Para encontrar el verdadero camino, a veces tienes que perderte… (Reseña)

Título:Amy y Roger. 5000 kilómetros para enamorarse
Saga: Libro único
Autor: Morgan Matson
Editorial: Plataforma Neo/Urano
*Gracias a Ediciones Urano por el libro*
Sinopsis:

Para encontrar el verdadero camino, a veces tienes que perderte…
Amy no quiere que llegue el verano. Su madre ha decidido mudarse al otro extremo de los Estados Unidos, y ahora Amy tiene que llevar el coche de California a Connecticut. El problema es que, desde la muerte de su padre en un accidente de tráfico, no se siente capaz de ponerse al volante. Y aquí entra Roger, un amigo de la infancia que también debe viajar al otro lado del país, y que carga con sus propios problemas.
A medida que avanzan, ambos descubrirán que las personas que menos esperas pueden convertirse en las más importantes y que a veces es necesario dar algunos rodeos para llegar a casa.

Después de “Nadie como tú”, los libros que tratan sobre un viaje en carretera se han convertido en uno de mis favoritos pues con frecuencia estos libros tratan más sobre la auto exploración de los personajes que sobre otros temas.

Me quedé mirando la nota. Era muy dulce, salvo por la posdata, que me resultó perturbadora, como mínimo.
—Roger —dije mirando hacia la parte posterior del coche—. ¿Le pasa algo a mi maleta?
—Eh... ¿qué? —Respondió con la cara un poco colorada mientras toqueteaba el iPod—. Anda, mira, la interestatal.
— ¡Roger!
—Yo no sé nada. Lo juro. No soy más que un peón en todo esto. Bron bajó tu maleta esta mañana y me dijo que no la abriera, ni te dejara abrirla, hasta que estuviéramos en camino.
— ¿Y aceptaste sin más? —pregunté volviéndome en el asiento para mirar hacia la parte de atrás, donde estaba mi maleta.
—Es que me amenazó con echarme el conejo encima si no cooperaba. 

Sé que muchos (me incluyo) al leer eso de 5.000 Kilómetros para enamorarse han pensado de inmediato que el libro trata sobre un romance adolescente de esos que abundan a montones. Pero la cosa no es así. En este libro el tema del amor queda completamente en segundo plano.
El tema central del libro es el auto descubrimiento de nuestra protagonista, pues Amy acaba de pasar por una perdida muy grande que ha partido en dos su mundo. A lo largo del libro vamos acompañando a nuestra protagonista en su singular forma de afrontar y aceptar su perdida. Y ya saben que no hay cosa que más ame que un personaje que sabe superarse y en definitiva, Amy evoluciona de una forma asombrosa al tomar por fin las riendas de su vida y dejar de esconderse en ese capullo y creo ella misma.
Creo que por primera vez, la protagonista me ha gustado mucho más que su compañero pues a pesar de que Roger no es un personaje malo, su lucha me pareció muy pobre a comparación de la de Amy.No me malinterpreten, Roger tiene un papel muy importante a lo largo de la historia pero simplemente no termine de congeniar con él.

—Decir adiós es como asumir que no vas a volver a ver a una persona. Es aceptar que esa sea la última conversación que tengáis. Así que, si no lo dices, si dejas la conversación abierta, significa que tendrás que volver a verla.
Me quedé mirándolo, asombrada. Roger me miró y soltó una carcajada, que esta vez sonó normal.
—Ya sé que no tiene sentido, pero se ha convertido en un hábito.
—Pero a veces… —empecé, y noté que se me cerraba la garganta, aunque me obligué a hablar de todas formas—. A veces no dices adiós y, de todas formas, no vuelves a ver a esa persona. A veces ocurre.

Además de Amy, ame profundamente las fotos, playlist y las anotaciones que parecen intercaladas con la historia. Se nota que la autora se documentó muy bien para poder escribir el
libro y esto por supuesto ayuda mucho al lector para entrar más en la historia.
Lo único de lo que puedo quejarme en este libro, es del final. Siento que la autora cortó una genial historia de golpe aun cuando había muchas cosas más por contar.Quede tan decepcionada de eso que hasta busque si había una segunda parte o una historia corta porque aun ahora sigo sin creerme que decidiera dejarnos ese penoso final.

No necesitas marcharte para saber dónde está tu hogar. Todo el mundo sabe dónde está su hogar. Y, si no lo sabes, es que tienes un problema.

Pero aun con ese horrible final, Amy y Roger se ha convertido en uno de mis libros favoritos (uno al que me dan ganas de abrazarlo cada que lo veo xD).