
Recomendación: Es necesario leer este poema, escuchando cada quien, la música que le sea más fuerte y devastadora.
Me ha sucedido lo peor del mundoSe me ha empezado a envejecer el alma.
Seré rotundo:Llena de algas y medusas, de aguamalas y arenaSemeja un galeón naufrago que va a la derivaEsperando vararse como un podrido tronco al borde de la arena.
Es que vivir de pronto teniendo la total certeza de todoEs como empezar a morirse sin siquiera esperar a dios para despedirse como es debido.
Es como salir a caminar por el barrioY llevar esa cara de dónde me suicido que estoy de miedo.
Me aprendí bien las palabras que nunca me sirvieron Para explicarme esa sensación de sentirme incómodo en el mundoY busqué un oficio que en nada semejaba El gozo de ser feliz haciendo algo.
Supe que existían ciertos placeres pasajeros y que a la hora de confesar algoTenía que poner semblante grave para revelar Que tenía cierto compromiso con la vida.
Es que aprendí demasiado rápido que vivir era algo impuestoY que salvo pequeñas franquicias uno podía hacer cualquier nadaPara disimular lo mal que se puede estar pasando.
Conseguí amonedar el pesimismo y el optimismo en un mismo cuencoY supe como sacar feliz e ileso al día para siempre si un golpe siquieraQue sacudiera esa cortina de papel que nos pusieron como cielo.
En otras palabras, no le presté, a veces, atención a la realidad Y me puse como un obseso a ser uno más, llevando feliz el sastre a hacia las días.
Rasgue una guitarra con insistencia como si fuera un armaY me lamenté vociferando hasta comenzar una ventisca.
Tuve amor y supe que todo podía darse de nuevo siempre bajo pequeñas circunstancias y mentiras.
Que de pronto todo era tan lo mismo Y que no tenía otra opciónsino ponerme a cantar como sembrando rosas o bombas en algún lugar del desespero.
Que no me quedaba de otraQue darle duro a la bateríaMientras el roquero de mis abismosSe subía a gritar y patear en la tarima.
Desde entonces hay algo adentro que ya no se asombraY sé que mi alma irremediablemente ha traspasado la líneaDonde nada es nuevo Salvo ese gesto implacable de marchito Que solo comenzara a devastarse Cuando me abran las puertas del retiro.