Revista Salud y Bienestar

Para evitar los vómitos de la quimioterapia: comidas suaves y bebidas frías

Por Blogdefarmacia.com

Para evitar los vómitos de la quimioterapia: comidas suaves y bebidas frías

Durante la quimioterapia uno de los síntomas más comunes son las nauseas y los vómitos. Los vómitos y las nauseas en los pacientes que reciben quimioterapia son efectos adversos muy frecuentes y que repercuten negativamente en la calidad de vida de los afectados. De hecho, según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica, cerca del 50 por ciento de ellos sufre este tipo de efecto derivado de los tratamientos citostáticos altamente emetógenos. Además, “su aparición puede dar lugar a trastornos metabólicos, a una disminución de nutrientes en el organismo, al deterioro del estado mental y físico del afectado y a la alteración de su capacidad funcional”. Por este motivo, “es importante evitarlos en la medida de lo posible a través del uso y control de los fármacos y con consejos sencillos relacionados con la alimentación”, según explica Juan Jesús Cruz, del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario de Salamanca.

Para ello, y con el objetivo de enseñar a los pacientes que las náuseas y los vómitos durante la quimioterapia se pueden prevenir, la Sociedad Española de Oncología Médica, en colaboración con MSD, ha puesto en marcha la campaña ¡Siéntete Bien!, dirigida a pacientes oncológicos y a sus familiares y que se presentó a los profesionales sanitarios la semana pasada en Oviedo. Esta campaña incluye una guía de recomendaciones prácticas para que los afectados sepan cómo prevenir estos efectos adversos.

Como señala Emma Zardaín, directora del Centro de Información del Medicamento del COF de Asturias, “el control de las náuseas y los vómitos inducidos por la quimioterapia mejora y mucho la calidad de vida de los pacientes oncológicos y constituye una parte fundamental del tratamiento”.

Aunque es cierto que en la actualidad existen terapias que controlan estos efectos de una manera eficaz, “el farmacéutico puede contribuir a esta acción ayudando al paciente a usarlos de una manera segura y enseñándole pautas higiénico-dietéticas adecuadas”, señala Cruz.

En este sentido, Ana Lluch, del Hospital Clínico de Valencia y una de las autoras de la guía, recuerda en el documento que “una manera de evitar las náuseas y, por extensión, los vómitos es comer y beber despacio y en cantidades pequeñas, sustituyendo las tres comidas principales del día por cinco o seis”.

En cuanto a la alimentación más adecuada, “se aconsejarán alimentos suaves y fáciles de digerir, como las galletas, el pan tostado o las gelatinas”. Asimismo, señala Cruz, “es mejor consumir los productos tibios, ya que los calientes favorecen las náuseas”. En cuanto a las bebidas, comenta, “ingerirlas frías y con gas ayuda a mejorar la sensación de náuseas, sobre todo si se toman en cantidades pequeñas y frecuentes”. Y es que, según la experta, “si se toma mucha cantidad de líquido de una sola vez el estómago se distiende y se favorecen las náuseas”.

Para proteger el aparato digestivo del paciente durante la quimioterapia lo más aconsejable es evitar las comidas grasas, “ya que dificultan la digestión”, explica Lluch. Además, “es recomendable que no realice ninguna dieta especial tras la terapia”. Aunque no hay ningún alimento prohibido, “durante los días siguientes a la quimioterapia la toma de comidas ricas en sabor, sin que lleguen a ser picantes, es muy aconsejable”, informa Lluch.

Si, pese a estos consejos, el paciente tiene náuseas, “se le indicará que coma poco, suave y ligero”, apunta Cruz.

En caso de vomitar los fármacos, el consejo dependerá de cuándo se haya producido el vómito, cuál sea la pastilla y cómo se encuentre el paciente.

En líneas generales, apunta la guía, “si han pasado entre 30 y 60 minutos tras la ingesta, el fármaco ya ha sido absorbido parcialmente”. En este caso, si el fármaco vomitado ha sido la metoclopramida y tras el vómito el paciente aún tiene náuseas, “es aconsejable repetirlo”. Sin embargo, ante fármacos como los inhibidores de la serotonina, los setrones o el aprepitant, “es mejor no repetir la toma porque pueden provocar reacciones adversas como dolor de cabeza”.


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