Por ello, la salud emocional tiene algunos de estos ingredientes, si tu vida aún no los tiene, me parece importante ir en la práctica cotidiana de los mismos para incorporarle más sabor, alegría y bienestar a nuestra receta diaria:
- Tener en claro que una vida con calidad incluye: la dimensión física, mental, emocional y espiritual.
- Tratar de llevar una alimentación balanceada.
- Hacer un mínimo de ejercicios a la semana.
- Tener una actitud positiva y optimista.
- Bajarle un poco la velocidad y las prisas cotidianas.
- Combatir el estrés (por ejemplo mediante ejercicios de relajación).
- Compartir tiempo con amigos, pareja, hijos, padres.
- Darse pequeños gustos.
- Buscar y producir situaciones que gratifiquen.
- Tener proyectos y encarar una vida activa.
- Aprender a expresar los sentimientos.
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