Caerse es normal, levantarse también. Le damos demasiada importancia y no la tiene. Dedico este post a todos los que habéis suspendido las oposiciones de educación. No somos más listos cuando estamos arriba, ni más tontos cuando estamos abajo. Ya lo dijo Lope de Vega: ‘yo he hecho lo que he podido, fortuna lo que ha querido’.
Tan solo os pido, si es que puedo pedir algo, que la caída no se convierta en prudencia, pereza, inoportunidad o vergüenza, porque ésas son las peores caras del miedo. Seguid sintiendo, éso sí es importante, la rendición es la eliminación de la emoción. Sólo eso nos diferencia de los robots y da color y calor al pensamiento, así que por favor no permitáis que os conviertan en máquinas. Si pudiera, sortearía mi plaza, ya no la quiero.
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