Las cualidades tácticas por las que José Mourinho fue contratado por el Real Madrid, se están esfumando a la misma velocidad que se agranda su descrédito deportivo. De montarnos un show, ahora si, ahora también, acaba en rueda de prensa de arremeter contra Busquets en el caso Pepe. Resulta que quiere desviar el tema con el insulto racista hacia Marcelo realizado por el blaugrana el año pasado en uno de tantos clásicos celebrados.
El Real Madrid, antes la envidia del mundo por su calidad deportiva como por su trayectoria en los despachos, pierde prestigio a la velocidad de la luz, la misma con la que Mourinho nos vende una carretal como si fuera una Ferrari.
Ya verán, como algún que otro periodista de cámara - que es esto del fútbol siempre hay demasiado estómago agradecido- nos querrá hacer creer que Mourinho no solo lleva razón, sino que además, la culpa es de Messi por colocar la mano bajo los tacos de la botas de Pepe. Y no quedará ahí la cosa, pedirán una sanción ejemplar para Messi. Fijo.