Pedrera es un pequeño pueblo, de apenas cinco mil habitantes, situado en la sierra sur de la provincia de Sevilla. A priori este pueblo no suele aparecer en las rutas de los turistas que visitan la provincia, entre otras cosas porque tampoco está pegado a la autovía A-92, por lo que hay que venir expresamente.
Sin embargo eso es porque la mayoría de los turistas, sobre todo los cerveceros, ignoran el secreto que oculta este pueblo, y es que Pedrera esconde al mayor Museo de la Cerveza de Andalucía...
..ahh,y también un Citroen Dyane de finales de los años 60...por si hay algún amante de los coches antiguos jajja.
Pero fuera de bromas, este museo, aunque esté calificado como tal, en realidad es un bar donde puedes tomarte cualquier tipo de cerveza que se te ocurra, y de paso picar algo mientras disfrutas de tu partido favorito en tv.
He de deciros que como buen bar que es, no sólo sirven cervezas, sin embargo aquí la birra es la estrella...
Las paredes de este sitio, que sorprende porque no es que sea de gran tamaño, están revestidas por miles de botellas y latas de cervezas. De hecho son más de seis mil botellas y latas las que hacen de ese museo especializado el más completo de Andalucía, y el quinto de España.
Todo en este templo está dedicado al "oro amarillo", por lo que deben estar atentos a los detalles. Por ejemplo fíjense la barra del bar...
...que está plagada de chapas de cervezas (tiene más de 12.000 chapas y posavasos de todo el mundo), o en las lámparas del techo...
...que son en realidad vasos de cervezas.
Pero aparte de la cerveza, hay una parte de la decoración que llama la atención por su peculiar estilo Black Metal..
...y es que resulta curioso como las latas, las botellas y las jarras de cervezas comparten el espacio con muñequeras y guantes de cuero con clavos, cartuchos de distintos calibres, o calaveras de animales o humanas....
El motivo de esta extraña mezcla reside en la historia personal del artífice de este peculiar museo, el señor Francisco Marquina, un gran amante de la cerveza que comenzó su colección cuando tenía tan sólo 14 años.
En aquella época a Francisco ya le encantaba la música Black Metal, y entonces empezó a llamarle la atención las nuevas cervezas agresivas que estaban saliendo al mercado, cervezas como Satán, Bencebú o Lucifer pronto despertaron en el un ansia coleccionista. Esta son cervezas de alta graduación, como la que nos sirvió en su barra, una Strafe Hendrick Quadrupel de 11º
A partir de aquí, poco a poco durante 27 años, ha ido conformando una colección tan grande que ni siquiera tiene espacio en su bar para exponerla entera.
Así que podemos decir que la afición de Francisco por el Black Metal le llevó a su afición por coleccionar cervezas, y por eso ambas aficiones comparte espacio en su casa.
Las cervezas colgadas en la pared no son sólo nacionales, provienen de todas partes del mundo, de América, Nueva Zelanda, Kenia, Corea, Singapur, Australia, Japón...la lista es interminable, ¿de qué país será tu cerveza favorita?.
Por supuesto hay cervezas tanto industriales como artesanales, light, sin gluten, rubias, tostadas, negras, blancas, en fin, que hay cerveza por un tubo...
...buen en realidad aquí hay cervezas por cuatro tubos jajja.
El problema es que con tanta birra a uno le suele entrar ganas de ir al baño, y como no podía ser de otra forma hasta en el w.c. también nos recuerdan donde estamos, con un tirador como grifo de agua y un barril como lavabo.
No cabe duda que en Casa Marquina hay verdadera pasión por la cerveza, y por eso, el Ayuntamiento de Pedrera declaró este lugar como Bien de interés turístico.
Así que ya lo saben, si soy amantes de la cerveza, este es su vuestro sitio.
Salud!
&version;