Revista Literatura
Tengo una astilla en el dedo,
trato de arrancármela
pero esta viva y me es fiel,
¿que mal me hace estando alli?
Cuando haya escanciado esta vida
estará alli como mi angel carnal,
hasta que su recuerdo se funda como la nieve de mi corazon
Se han doblado mis rodillas
el aire se ha enredado en mi pelo,
pero ya no tengo pendiente en mi pecho la fe.
He vendido hasta las madrugadas para pagar mi inconciencia
he ahogado mi reloj para expandir el tiempo,
he borrado las huellas de mi crimen
pero aun hay charcos de segundos tirados en el suelo.