Por : Omar Esquear
"Viendo las críticas y desilusiones de muchos compañeros contra Alberto, me doy cuenta que, paradójicamente, una de las ventajas que tuvo Néstor cuando asumió es que no existían los kirchneristas.
En ese momento nadie tenía demasiadas expectativas, así que nadie exigía demasiado.
Y viniendo de años de ajustes y recortes de derechos, cualquier medida en favor del pueblo, por pequeña que fuera, era celebrada.
En cambio, hoy todo tiene gusto a poco.
Tampoco nadie se desilusionaba demasiado.
¿Se imaginan si Alberto tuviera que tomar la decisión estratégica de permitirle a Clarín la fusión Cablevisión/Multicanal, como tuvo que hacer Néstor en su momento?
En ese entonces pasó como si nada, pero hoy pedirían la cabeza de Fernández en una estaca, para quemarla en Plaza de Mayo por traidor.
Creo que uno de los grandes legados del kirchnerismo es haber logrado que millones de personas resignadas, que no creían ni se involucraban en política, hoy tengan una ideología y la defiendan.
Pero si no entendemos q el único instrumento para transformar la realidad y llevar adelante las ideologías es meterse en el barro de la política y que ésta está lejos de ser pura, cristalina y sin contradicciones, sino que tiene sus tiempos, sus relaciones de fuerza, sus negociaciones, y sus tragos amargos.
Entonces nos convertimos en puristas ideológicos, orgullosos de nunca haber dicho, hecho, ni bancado nada que se mueva un milímetro de nuestras convicciones pero boicoteando en el camino toda posibilidad de acceder, o permanecer, en el poder, para transformar la realidad en la dirección que queremos.
Nos convertimos en troskos básicamente!
Así que dejen el kirchnerismo de paladar negro para las charlas de sobremesa entre compañeros y entiendan que con un 40% de macristas, y todos los medios y poderes fácticos en contra la alternativa a Fernández no es el Che Guevara, sino el retorno de uno de los gobiernos más cipayos y antiobreros de toda la historia Argentina.