A veces es difícil describir lo que es una persona importante para ti. Si te pones a pensar no te salen las palabras suficientes. Llevaba meses pensando escribir este post preguntándome ¿qué es para mí mi padre, además de mi padre? Y creo que he encontrado unas cuantas palabras que responden la pregunta.
Para mí mi padre es un referente. Es un espejo al que me encanta mirar. Siempre quise tener sus ojos, pero no me di cuenta de que, excepto por eso, me parezco mucho a él. Mi padre es alegría, sobre todo. No hay persona con la que me ría más. Tiene un humor único y nuestro, que me hace reír cuando me acuerdo de cosas que dice o que hemos hecho. Es un hombre serio, humilde y también íntegro. Me enseñó a ser leal y a saber cuál era mi sitio, ni muy cerca que te quemes ni muy lejos que te enfríes. Y todo lo que me dice me cala en lo más hondo.
También es luz. Es música, baile y cante. Tiene una voz espectacular, que nunca se me olvida y que me enseña a cómo cantar, hablar, expresarme. Es correcto, elegante, generoso, pícaro, sencillo y muy inteligente. Sabe mucho y aunque nunca pretende mostrarlo, de repente te sorprende y te deja con la boca abierta. Él es experiencia. Si algo pasa, "llama a papi". Él me salvó de un hurón, me enseñó a conducir con un Opel rojo parado cuando tenía 4 años porque me sentaba encima de sus rodillas mientras cogía el volante. Mi padre, para mí, es unas Ray-Ban Aviador, una "Fiesta" de Serrat, leerme el Quijote para dejarme dormida, pagarme un viaje a la nieve, un "aquellos duros que en todo Cádiz dieron que hablar" mientras bajábamos al pueblo, veranos, boquerones limpios y fritos, una visita a Salamanca, Navidades, un arroz los domingos, San Juan, caminar por las mañanas, la constancia, el Día del Pilar. Es valiente, es mi héroe ... Es mi padre.
Pero sobre todo, todas las cosas del mundo, mi padre es fuerte. Es la persona que me ha enseñado a estar serena ante el peligro. Es resiliente, no se rompe. Es un ejemplo. Me alegro todos los días de tener el padre que tengo. Todos los días. Y me alegro más aun porque seguimos compartiendo momentos, risas, arroces. Gracias porque tus hijas hoy son lo que son porque su padre les ha enseñado serlo. Yo soy buena persona, piso firme, soy rápida, educada y transparente por ti. Soy el Padrino, soy psicóloga, soy un viaje a Guatemala, comer cebiche en la Punta, un sandwich de atún en Suiza, bailar unas sevillanas, la Rambla de Barcelona, una bici rosa, triquitriqui, una minicadena, "none está ni nena", black is black, qué mala suerte la mía, qué mala fortuna tengo y bonica, que seguro que es lo que estás pensando al leer todo esto.
No hay suficientes palabras, papá, pero que estas cuantas sirvan como parte del regalo. Gracias por ser el hombre de mi vida.
*Imágenes: lacachaza.blogspot.com y Amalie Le Coin.
Síguenos en:★★ Bloglovin'★★