El actor riojano presenta 'El busto es mío', una función en el Museo de La Rioja en la que mantiene “un diálogo” con su propio busto, un proyecto interdisciplinar que “se sale de todo lo habitual”. Pepe Viyuela afirma a Sergio Jiménez (Efe) que “si el humor nace de un lugar sano y con un espíritu crítico y de libre pensamiento, contribuye a la convivencia”, por lo que, sin él, “seguramente ya estaríamos extintos” como especie.
El actor indica que, “si el humor busca aliviar y aligerar el peso de una realidad que, cada vez, se hace más insoportable, es muy aconsejable recurrir a él para sobrevivir, relacionarse y relativizar los propios dogmas para convertirlos en objeto de diálogo y no de agresión.El humor sirve para relativizar y para reírse, primero, de uno mismo, pero también nos permite bromear sobre aquello que más nos puede llegar a doler en algún momento”, subraya. “El humor tiene mucho que hacer, y creo que, si no existiera el buen humor, el mundo ya no existiría, porque habría prevalecido la agresividad y la violencia”.
Pepe aclara que, “teniendo en cuenta que es la primera vez en mi vida que alguien hace algo así conmigo y que otro artista trabaja sobre mi rostro, lo que había pensado era en hacer un diálogo con ese busto, con ese otro yo que ha aparecido de pronto”. Define su intervención como “una especie de acto artístico interdisciplinar, ya que, por un lado, está la escultura y, por otro, está el teatro en la medida en que va a ser un diálogo con ese busto, sumado a la aportación visual de un personaje, que es su payaso y que aparecerá al final”.
Viyuela asegura que siempre ve “con muy buenos ojos” el estado del sector de las artes escénicas en España, ya que, “por muchas crisis que haya, su capacidad para reinventarse y para sobrevivir está más que demostrada. Se dice que el teatro es un género o un arte en crisis permanente, lo que no me parece malo, porque de las crisis uno puede salir y, de hecho, suele hacerlo fortalecido; y, ahora mismo, el teatro en España tiene una muy buena salud”.
El humorista resalta que en España “hay buenos autores, buenos directores y buenos intérpretes, pero, quizás, lo que falle después, a la hora de terminar de poner la guinda, es que las programaciones están un poco raquíticas, aunque eso no va a poder con el talento”.