El margen de error de un tío después de llevarte a la cama es mínimo, similar a cuando x tiende a 0, no falla nunca… ¡Él con otra y tu pillada!
Lo normal en estos tiempos es que nadie se complique la vida y disfrute del momento sin importar más que el beneficio propio (lógicamente no va a importar el ajeno) pero empiezo a pensar que esto del “carpe diem” se va a volver un mantra bastante jodido de “aniquilar” en la sociedad en la que nos movemos.
No hay que esperar al matrimonio para acostarse con nadie…eso ni falta hace decirlo (anda que no estarán cabreadas las generaciones anteriores) pero de ahí a que acostarse con alguien suponga la misma implicación emocional y personal que comerse una tostada…hay un trecho muy largo.
Cierto es que nosotras éramos las que pensábamos (o nos lo hicieron creer…los putos cuentos de hadas) que un polvo implicaba amor eterno (va a ser que no…ya os habréis dado cuenta) y esperábamos ansiosas esa primera vez con una mezcla de alegría y una pequeña incertidumbre y sobre todo miedo (la primera de la panda en hacerlo era un putón a los ojos de las demás…pero le teníamos la envidia más cochina) pero era un “super momento” de esos que te marcan la vida (al menos la vida sexual).
Aunque lo que te habían prometido como un momento de éxtasis más grande que el de Santa Teresa (¿sabéis que las malas lenguas decían que eran orgasmos? Pobre mujer…¡¡¡si se entera mi madre se vuelve atea!!!!) No es más que un primer polvo que defrauda más que los políticos a Hacienda.
Menos mal que aquí lo de la práctica sí que ayuda y con el tiempo le empiezas a pillar el “truquillo” a eso del “sexo sin compromiso” y a disfrutar de esa actividad física tanto o más que de una tableta de chocolate con almendras (y repito…con el mismo nivel de implicación). Recordad lo importante es no pillarse pues es bien sabido que mientras tu te pillas él ya está pensando en correr…
Hay una frase que siempre ha resumido para mí de una manera excepcional lo que es el sexo para cada uno de nosotros: “ Las mujeres dan sexo a cambio de amor y los hombres dan amor a cambio de sexo”.
Para mí no tiene discusión, pues todas damos sexo (porque nos apetece…por supuesto) pero esperando obtener aunque siempre lo neguemos…un poquito de amor verdadero.
Ellos en cambio, saben perfectamente como tratar a una mujer (bueno, algunos no saben y así les va…que no se comen ni un colín) y cómo actuar, qué decir, qué sonrisa poner y qué tipo de beso han de dar… Claro…¡y tú rubita…te vuelves gilipollas! (la rubita soy yo…pero les ha pasado también a todas las morenas ).
En el fondo lo del sexo sin compromiso me parece un “autoengaño” para ambas partes: Tú como mujer no creo que tengas como objetivo intercambiar tus fluidos con todo lo que se mueve por Madrid con algo entre las piernas…
Lo que esperas en el fondo es otra cosa (no digo que todas las noches de pasión tengan que acabar en relaciones largas ni en una lista de boda) esperas que te mimen, que te cuiden y sobretodo… que te quieran.
El autoengaño masculino es el siguiente: ellos se creen que una mujer nunca se va a dar cuenta de que él va a lo que va (no es que no nos demos cuenta…colegas…lo sabemos de sobra) y le dice las tres cosas hermosas sacadas de algún libro para poder decirse a sí mismo ¡se la he colado y no se ha enterado de nada! (si hijo sí…a veces nos meten otras cosas y tampoco nos enteremos…que el tamaño sí que importa).
Ellos creen que porque no les llamemos al día siguiente no esperamos su llamada (la esperamos chicos…la esperamos con unas ganas que ni os cuento porque eso significaría que ha sido algo especial o diferente al resto de los polvos) pero nos comportamos como se supone que implica el hecho de tener la suficiente madurez para no exigir al otro lo que se supone que no tiene porque dar…acabado el polvo…se acaba la historia.
Nos vendemos como mujeres insensibles que van por los bares de copas buscando un ratito de complicidad…Francamente conozco muy pocas mujeres que realmente tengan poca o ninguna implicación emocional cuando se van a la cama con un hombre. Podemos fingir un orgasmo…¿por qué no fingir también que no nos importáis?
Que vayamos de “modernas” no significa que en el fondo no nos cueste aceptar que hoy somos nosotras las que estamos en vuestra cama pero el próximo “finde” posiblemente sea otra la que lo estará.
Y por desgracia para muchas esta es la triste realidad…que mientras para él es un triunfo para ti vuelve a ser otra derrota más.
Lo irónico es que ellos se asombran cuando encuentran a una mujer que en igualdad de condiciones es ella la que los usa y los tira…(es curioso que a veces son ellos los que se pillan) la que no muestra interés, ni ganas de verlo ni nada de nada…
Pero la realidad es la que es… y siempre esperamos que sea algo más ( es una tara femenina que no sé como reparar)… ¿realmente pensáis…que si para nosotras fuese tan fácil jugar con el sexo…estaríamos esperando como idiotas el volver a quedar? Sí, muchas lo esperan, aunque por desgracia para cuando sales por la puerta de su casa…sabes perfectamente que él no va a dar más.