En el año 2003, en la agonía del gobierno de José María Aznar, convencido de que la democracia española era una estafa cargada de carencias, desequilibrios y mentiras, más parecida a una dictadura de partidos que a un sistema de para ciudadanos, decidí dedicarme a la defensa de la verdad y de la verdadera democracia, a través de la crítica , de la información y el análisis. Entonces nació el blog Voto en Blanco y me dediqué a escribir libros, a dar conferencias y a alimentar el debate en la blogosfera. Era mi pequeña contribución personal a la regeneración de España.
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Este blog no es una plataforma para la defensa del Voto en Blanco, aunque admito que pueda parecerlo. Es un medio de comunicación dedicado a regenerar la democracia y a estimular y concienciar a los ciudadanos mediante la verdad y la crítica al poder. Al nacer, elegí el nombre de "Voto en Blanco" porque ese voto simboliza la protesta frente a la partitocracia y, en general, contra la podredumbre del sistema, pero no porque defendamos siempre el voto en blanco como la mejor opción. Ojalá no tuviéramos que recurrir al voto en blanco y pudiéramos votar a un partido digno, decente y democrático, pero no los podemos encontrar en España.
Votar en blanco es, para un verdadero demócrata, una opción cargada de dolor y decepción, una medida desesperada y el último recurso de quien ni siquiera cree ya en la alternancia. No estamos de acuerdo con la tesis que defienden nuestros políticos de que el ciudadano debe permanecer en su hogar y en su trabajo, ajeno a la política, dejando que sus representantes tomen las decisiones. Nos parece una indecencia que sólo cuenten con el ciudadano cuando se abren las urnas. Ese abuso de la representación es totalitario y profundamente antidemocrático porque parte del principio de que la voluntad política puede delegarse y porque niega el carácter de "soberano" que el ciudadano tiene en la democracia.
El principal objetivo de esta página es votar cada día contra el mal gobierno a través del análisis, la información veraz y esa crítica al poder sin la cual no puede existir la democracia. Creemos, como Jefferson, que "más vale un periódico (veraz) sin país que un país sin periódicos (veraces)". También creemos que "todos los males de la democracia se resuelven con más democracia". Cuando me invitan a dar una conferencia en alguna universidad o foro, suelo retar a mi audiencia a que encuentren y señalen un sólo sector o institución o capítulo que funcione en España de manera democráticamente impecable. Nadie ha sabido, hasta ahora, encontrar ni uno. El nuestro es un sistema profundamente viciado, con un déficit de democracia aterrador.No es una exageración sino una verdad muy amarga y decepcionante, sobre todo para generaciones como las nuestras, que creyeron en la bondad del sistema y que el camino abierto tras la muerte de Franco conducía a una sociedad más justa y armada de valores.
Estas explicaciones ayudan a conocer un poco mejor este blog, confundido por muchos como una plataforma de promoción del voto en blanco.
Más que el voto en blanco, en una situación como la que vive hoy España, a muchos pensadores críticos nos gusta más el Voto Nulo de Reproche. Anular el voto (la papeleta) escribiendo en ella una frase que denuncie los abusos y agresiones del poder es una bofetada a la corrupción y al mal gobierno más explícita y contundente que la papeleta en blanco. Es como "anular" la corrupción y la casta con nuestro voto voluntariamente anulado, com mensaje claro dirigido a ese poder que incumple la Constitución y las reglas limpias del sistema..
Sin duda, se lo merecen.
Nuestra fuerza, como muchos saben, es que no estamos ni con la derecha ni con la izquierda, sino con la democracia, que es algo diametralmente distinto. No creo que se sostenga ya dividir el mundo en derechas e izquierdas. Es más correcta la división entre "demócratas" y "totalitarios" o entre "decentes" e "indecentes", si nos movemos en ámbitos más éticos que políticos.
Seguiremos, siempre convencidos de que la verdad nos hará libres o nos llevará a la tumba.
No son estos tiempos de España apropiados para cobardes, ni para medias tintas ni remilgos. España es un país postrado y al borde de su derrota como pueblo, un drama al que nos han conducido políticos ineptos y traidores. No tenemos el gobierno que nos merecemos, aunque los políticos estimulen el alienante criterio de que los pueblos tienen los gobernantes que se merecen. No conozco un sólo pueblo que merezca un gobierno peor que el que tiene. El pueblo, cada pueblo, siempre se merece un buen gobierno.
Revista Opinión
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