Para que mis hijos lo lean en 2030

Este blog lo inicié para mi desahogo personal cuando mi hijo recién nacido berreaba sin parar y mi hija de año y medio iniciaba una etapa de rabietas infumable.

Desde entonces hasta ahora, salvo algunas excepciones, mis posts se centran en simpáticos relatos en los que me quejo de mi vida como madre.

Es por esto, y porque estamos en una nueva etapa dulce por lo que he decidido dejar claro a mis hijos que los quiero.

A mis hijos Julia y Santi:

Hijos míos, si estáis leyendo esto es que corre el año 2030 y os ha picado la curiosidad de saber a qué se dedicaba vuestra madre con 36 añazos.

Habréis leído ya que os he llamado berreantes, pesadicos, animalicos y cosas peores.  Sólo quiero que sepáis que es más fácil escribir sobre lo malo y chistoso que sobre lo bueno  y virtuoso.  En realidad para mí sois lo más grande y los mejores hijos del mundo.  Os quiero tanto que se me dilata el alma cuando os oigo reír.  Os quiero tanto que se me parte el corazón cuando os veo llorar.

Dicho esto, que sepáis que momentazos sensibleros como este no me los puedo permitir más que un vez por año.  No se puede abusar del almíbar que los suscriptores se dan de baja en menos que canta una gallo. 

Así que en los próximos posts, volveré a la carga.  Por ejemplo para hablar de la pasada noche, que me la he pasado en vela porque bla, bla, bla…  

Gracias a mis hijos y familia por hacer posible todo esto.  Gracias a mis seguidores por acompañarme y a los bloggers que yo sigo por inspirarme.