Para que veáis que podíamos estar peor: ¡vuelve Locomía!

Dicen que eran unos adelantados a su tiempo. Y nosotros les decimos: ¡Y aún lo sois! ¡Volved mañana!

 
Se ve que se ha juntado un poco todo: el regreso de grupos momios, este revival nostálgico de los 80, y la crisis, que ha llevado a unos cuantos señores con ocupaciones serias a pensar alternativas, escarbar en el pasado, recordar aquellas gloriosas reifs de Ibiza en su juventud, y plantearse: ¿si todo el mundo vuelve... ¿Por qué no nosotros?
Y así ha sido: el sábado, regresó Locomía. Dos de los miembros originales, al menos. Y presentaron en Madrid su nuevo espectáculo, Back to the glam. Vuelta al glamur; vuelta a los corsés y las mega hombreras, vuelta a los abanicos (con suerte), vuelta a las vueltas... Diríamos vuelta a los 80, pero para qué negarlo: estos muchachos, en los 80, cuando todo el mundo estaba completamente loco, ya cantaban demasiado. En serio. No eran normales.
El otro día oímos a uno de los componentes originales, Lluís Font, que soltó en la emisora RAC1 que si Locomía chocó a la gente en los 80 es porque era demasiado avanzado para su tiempo. Con todos nuestros respetos, hemos de disentir. Recordamos (o, si hace falta, revisionamos en Youtube) el video clip de Locomía, y la primera impresión no es avanzado a su tiempo. Si aparece un Smart en el Londres victoriano, los gentlemen allí reunidos exclamarán: «¡Hum... Avanzado a su tiempo!» Pero viendo ese videoclip de señores en cosplay bailando lo que parece una melodía prefabricada de órgano Yamaha en medio de La Castellana, grabado con una cámara doméstica y abusando del efecto zoom, lo que piensas es que la palabra cutrez se queda corta.
Pero vaya, parece que no, que lo que ocurre es que eran avanzados a su tiempo. Y ahora vuelven. ¿Debemos entender que el tiempo les ha alcanzado? Personalmente, en El Jueves no estamos preparados. Nunca hemos estado muy a la última, lo sabemos, pero de verdad, nos aterra pensar que 2011 vaya a ser el año en que los abanicos y los corsés se pongan de moda. Quizá aún no sea el momento. ¿No os apetece dormir cinco minutos más? ¿No podríais volver hacia el... 2120, por ejemplo?