Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho.
Juan 15:7
¿Permanecemos en la palabra de Dios? ¿Obedecemos sus mandamientos? ¿Llevamos una vida recta? ¿Nos fijamos con facilidad? ¿Criticamos a los demás? ¿Nos acordamos de los que nos piden limosnas? ¿Elevamos oraciones a nuestro Dios? ¿Tenemos paciencia? ¿Amamos al prójimo como a nosotros mismos? Si no hacemos esto y si no sentimos el amor, nada somos. Es como pedir en vano. Es por eso que a veces pedimos cosas que no se hacen realidad. Rectifiquemos nuestros actos día a día. Vivamos en la palabra. Así podemos pedir y recibir!