Hace calor, aún. Por casualidad he accedido a un articulo de Carmen Enriquez, una especie de cronista de la casa real, por supuesto monárquica hasta las cachas. Nos habla Dª Carmen del rey emérito. El título de su artículo:
"El Rey Juan Carlos continúa con su espíritu de superación intacto"Está claro que para Carmen Enriquez, Juan Carlos de Borbón sigue siendo el rey, así, a lo ranchera mexicana, olvidando, deliberadamente, que JCI dejó la corona en 2014, acosado por los escándalos.
Nos aclara la "periodista" que lo de la superación está relacionado con "la fuerza de voluntad del Rey Juan Carlos para superar los problemas de movilidad derivados de las múltiples lesiones que ha sufrido a lo largo de su vida". "Él sigue entrenando con sus compañeros de regatas para ganar las pruebas en las que participan, algo que se produce con mucha frecuencia aunque se airee poco en los medios de comunicación", menos mal. La verdad es que yo no me imagino al borbón caminando por la cubierta de un barco en movimiento, a no ser que se trate del Queen Mary, mucho menos, por supuesto, me lo puedo imaginar maniobrando con la escota de la mayor. Pobre tripulación. Como si me lo imagino es poniéndose ciego en cualquiera de los lujosos restaurantes que abundan en las costas de Palma, mientras gasta campechanas bromas sobre el culo de la camarera entre las impostadas risas de sus compañeros de mesa.
Menos mal que su espíritu de superación está únicamente relacionado con su vocación marinera. En los otros aspectos de su vida mejor que se esté quieto, aunque ya le resultaría muy difícil a JC superar sus cotas de situaciones escandalosas, líos de faldas, cacerías, orgías árabes, enorme fortuna y demás cosas a las que los borbones nos tienen acostumbrados desde que el muy francés Felipe V, el primer borbón, dejó el Palacio de Versalles para sentarse en el trono de España.
Salud y República
Benito Sacaluga