Revista Educación

Para saber algo en nada

Por Siempreenmedio @Siempreblog
Para saber algo en nada

Nada es tan importante. Nada. Ni la tabla periódica de elementos, ni la fecha en que nació Velázquez. Todo está en los libros. Toda la información está en algún sitio. Hay que enseñar a los niños a acceder a ella, a conseguir motivación para buscarla, curiosidad para que se interesen por la historia y por la ciencia. Pero no creo que
solo sea importante evaluar con criterios numéricos y resultados de sumas y restas de ítem más o menos objetivos. Porque el aprendizaje es subjetivo y no todos aprendemos de la misma manera. Ni por supuesto enseñamos de la misma manera.

Esta semana me han contado cómo una maestra cualquiera, de un centro cualquiera, en nuestro entorno cercano, sacaba a un muchacho a la pizarra para ponerlo como ejemplo a sus compañeros "de algo en lo que no deberían convertirse", por el simple hecho de que su boletín de notas señalaba algún insuficiente de más.

La humillación y el escarnio como modelo de refuerzo para conseguir la motivación es algo que ya debería haber pasado a la historia de los centros educativos. A la historia negra. Porque está demostrado que no es un buen método, porque genera frustración y afrenta, y porque nadie merece que lo traten como un despojo social, porque en realidad no existe esta categoría humana. Quien la diseñó aplicó sus normas y sus criterios, y créanme, son erróneos.

Nadie es inservible, nadie es ignorante, nadie es menos que nadie. Solamente quien se cree útil por encima de los demás (a quienes considera inútiles), quien se considera sabio, y quien se considera más que el resto, es quien evidencia que en el boletín de notas de la vida aún le quedan muchas asignaturas por superar.

Para venir a saberlo todo,
no quieras saber algo en nada.
San Juan de la Cruz

Para saber algo en nadaLa ilustración que acompaña a este post es de Yaiza Yastá


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