Donde focalizas tu atención es lo que determina tu estado de ánimo, así que lógicamente, pensar en la solución es mucho más productivo que centrarte en el problema, si te centras en este último solo pasará una cosa: crecerá y se dividirá en muchos otros a costa de tu energía.
Una de las claves para mantener el flujo y estar siempre en modo productivo, es focalizarse en las soluciones, y, de hecho, este es uno de los rasgos más comunes entre la gente activa, que no tiene límites, y que es verdaderamente creativa y productiva.
Si te focalizas en los problemas, maximizas tus emociones negativas y comprometes tu autocontrol y también tu disciplina. Si por el contrario te focalizas en lo que está en tu mano y te ayuda a avanzar hacia un estado mejor, buscando opciones, soluciones y centrándote en las emociones positivas, tu sensación de efectividad y rendimiento será mucho mayor.
La gente efectiva no malgasta su energía pensando y dándole vueltas a los problemas, sino que centra toda su atención en la búsqueda de soluciones.
Puedes estar siempre preguntándote que pasará, pero es mejor ir a por ello haciéndolo lo mejor que puedas, y no darle demasiadas vueltas, ya que este hábito siempre nos arroja hacia los pensamientos negativos y dificultades. Si te preguntas que pasará, que sea un ejercicio de visualización del éxito.
Un día leí que no debemos confundir preocuparse con el pensamiento estratégico, y es muy cierto, planificar no es visualizar solo los problemas. Efectivamente, en el camino hacia la meta te encontrarás dificultades, pero todas, de un modo u otro, pueden ser superadas, especialmente si empiezas focalizándote en la solución.
Así pues, dale la vuelta, empieza por la solución y en que puedes hacer tu para llegar a ella, y deja los problemas en la cuneta de tu camino hacia el éxito.