Para sintetizar hay que tenerlo muy claro
Cuando empezamos esta andadura, la presentación que teníamos rondaba sobre las sesenta páginas. Era un compendio de todo lo que sabíamos, lo que creíamos que podía pasar, como estaba el mercado, como evolucionaría, datos, información, tendencias, comparativas. Lo que es también interesante es que para llegar a esas sesenta páginas nos pasamos mucho tiempo investigando y analizando, y francamente, pensábamos que ese resumen era la versión más pequeña posible.
Curiosamente, y con el paso del tiempo y empezar a trabajar el producto hemos comenzado a adelgazar la presentación. Principalmente por dos razones, no todos tienen tiempo para una explicación de casi una hora, y la otra es porque cada vez eliminábamos conceptos que a pesar de no ser redundantes, sino tenías una visión profunda del ecosistema daba la sensación de que te repetías.
A día de hoy la presentación no llega a doce páginas incluyendo las portada, contacto y demás transparencias por defecto y somos capaces de explicar la idea con cierta profundidad en ocho minutos. Es en ese momento cuando comparas las dos versiones y de das cuenta del recorrido, no tanto en cantidad, sino en calidad y conocimiento adquirido.
No voy a negar que es una pesadez rehacer algo que ya tenías elaborado, pero es un proceso necesario para poder obtener la estructura básica de tu negocio, y tal y como todos recomiendan, si no eres capaz de explicar tu idea a tu abuela es que tu tampoco lo tienes demasiado claro.
Película: Det sjunde inseglet
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