Firmes en sus taburetes, sosteniendo sus rifles entre las manos, nerviosos y balbucientes, poniendo todas sus fuerzas en exponer coherentemente los mensajes a ellos encomendados, totalmente concentrados en lo que estaban contando, en un ambiente desacostumbrado y semi-irreal, sin pensar y, probablemente, bastante ajenos a todo el significado que los hechos sobre los que estaban informando tenían, en un lenguaje simple y tosco que reforzaba aun más el efecto producido por al ausencia de énfasis -uno tras otro los delegados de los soldados relataron lo que había estado ocurriendo en sus compañías-. Sus historias eran ingenuas, y se repetían casi palabra por palabra. El público escuchaba como escuchan los niños un maravilloso y embelesador cuento de hadas que ya se saben de memoria, conteniendo la respiración, con los cuellos estirados y los ojos fijos en el vacío.
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"Pertenecemos al regimiento de Volinia... de Pávlovski... de Lituania... de Cuxholm... de Zapadores... de Chazsseurs... de Finlandia... de Granaderos..." El nombre de cada uno de los magníficos regimientos que habían apoyado la revolución era recibido por una salva de aplausos.
"Celebramos una asamblea..." "Nos han pedido que digamos..." "Los oficiales ocultaron..." "Para unirnos al Soviet de Diputados Obreros..." "Nos pidieron que dijésemos que nos negamos a servir contra el pueblo una vez más, vamos a unirnos a nuestros hermanos-obreros, todos unidos, para defender la causa del pueblo... Sacrificaríamos nuestras vidas por ello." "Nuestra asamblea general nos pidió que os saludáramos..." "¡Viva la revolución!", añadirían los delegados con voces apagadas por el vibrante estruendo de la asamblea...
Allí, y en aquel mismo momento, se hizo la propuesta, aprobada por una salva de aplausos, de fusionar al ejército revolucionario con el proletariado de la capital y crear una organización única que sería llamada de entonces en adelante: "Soviet de Diputados Obreros y Soldados...".N. N. Sujánov, The Russian Revolution 1917. A personal Memoir, editado por Joel Carmichael, 1955
Orden número 1 del Soviet (15 de marzo de 1917)
A la guarnición de la Región Militar de Petrogrado, a todos los soldados de la guardia, el ejército, la artillería y la flota, para su inmediato y exacto cumplimiento, y a todos los obreros de Petrogrado para su información.
El Soviet de Diputados Obreros y Soldados ha decretado:
- 1. Se deberán elegir comités inmediatamente en todas las compañías, batallones, regimientos, parques, baterías, escuadrones y unidades individuales de las distintas formaciones de los consejos militares, así como en los buques de la marina, haciéndose así entre los representantes electos de los soldados rasos de las unidades anteriormente citadas.
- 2. Todas las unidades de tropa que aún no hayan elegido a sus representantes deberán elegir uno por compañía. Tales representantes deberán comparecer, con confirmación escrita, en el edificio de la Duma del Estado a las 10.00 de la mañana el 2 de marzo.
- 3. En cualquier acción política, las unidades militares estarán subordinadas al Soviet de Diputados Obreros y Soldados y a los comités del mismo.
- 4. Las órdenes de la Comisión Militar de la Duma del Estado habrán de ser obedecidas, a excepción de aquellos casos en los que se contradigan las órdenes y decretos del Soviet de Diputados Obreros y Soldados.
- 5. Cualquier tipo de armas: rifles, ametralladoras, carros blindados u otros, deberán ser puestos a disposición de los comités de compañía y comités de batallón, quedando bajo el control de éstos, no debiendo ser, en ningún caso, entregados a los oficiales, ni aún bajo exigencia.
- 6. Estando de servicio y en el cumplimiento de responsabilidades militares, los soldados deberán observar la más estricta disciplina militar, pero cuando se encuentren fuera de servicio, en sus vidas políticas, civiles y privadas, los soldados disfrutarán absoluta y totalmente de los mismos derechos que cualquier ciudadano. En particular, quedan abolidos la posición de firmes y el saludo obligatorio cuando no se está de servicio.
- 7. Asimismo, se suprime el tener que dirigirse a los oficiales por sus títulos honorarios ("Su Excelencia", "Señoría", etc.) y éstos son reemplazados por las siguientes fórmulas: "Señor General", "Señor Coronel", etcétera.
Sovier de Diputados Soldados y Obreros de Petrogrado
"Izvestia" (15 de marzo de 1917), tomado de M. McCauley, The Russian Revolution and the Soviet State 1917-1921,1975
El subrayado es mío
Situación del ejército ruso. El agregado militar británico informa a su embajador en abril de 1917
Regresé a Petrogrado tras una visita al frente norte el 28 de abril, e informé del deplorable estado en que, en mi opinión, estaban las cosas en el frente. Las unidades se han convertido en sociedades de debate político; la infantería se niega a que se dispare contra el enemigo; diariamente tienen lugar, en contra de los Aliados y en interés de Rusia, parlamentos con el enemigo que ser ríe de la credulidad de los soldados-campesinos rusos. Muchos altos oficiales se quejaban de que el gobierno, en el que cualquier ejército tiene derecho a buscar apoyo, había dejado en manos del ejército la terrible carga de luchar contra la agitación.
En Petrogrado las cosas van cada día peor. Las decenas de miles de hombres de uniforme sanos, que deambulan por las calles sin la más mínima intención de incorporarse a filas o de trabajar preparándose para la guerra, mientras todos los hombres sanos y la mayor parte de las mujeres de Inglaterra y Francia están haciendo un enorme esfuerzo por derrotar al enemigo común, hundirán para siempre en la desgracia al pueblo ruso y a su gobierno.
General de división sir Alfred Knox, With the Russian Army 1914-1917, 1921
Comité de soldados rusos post-revolucionarios (http://www.firstworldwar.com/)
Continuará...
Saludos
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