Hay un campamento, por llamarlo de alguna manera, Uncle Tan, en la mitad de la selva de Borneo, en Saba el estado del norte. Un campamento que se encuentra a las orillas del río Kinabatangan, un pequeño oasis donde quedan reminiscencias de ese bosque impenetrable de Borneo que aun no ha sido talado para crear plantaciones para aceite de palma. Porque es tan interesante este campamento y porque os hablo de él…
Pues porque este campamento de lo más básico va a ser mi casa estos 3 siguientes días, en el medio de la selva, en chozas abiertas al bosque, donde un colchón y una mosquitera han de ser más que suficiente.
Donde en los baños, sin agua corriente, has de usar cubos de agua del río como cisterna. Donde la electricidad funciona con un pequeño generador de 18:00 a 00:00, para poder cargar la cámara y poco más.
Donde la civilización más cercan queda a más de 1 hora en barco río abajo.
Aquí me encuentro con el propósito de llevar a cabo una pequeña aventura. Adentrarnos en la selva donde aun quedan orangutanes en libertad, donde el mono proboscis se puede ver sin mucha dificultad, para bañarme en un río con cocodrilos, para buscar fauna nocturna, para ver los animales al caer la tarde acercarse a beber tras el calor asfixiante de las horas centrales del día.
No hay mejor lugar que este.
El campamento está formado por un embarcadero, única puerta de entrada.
Una cantina donde nos dan de comer una comida exquisita.
Una sala de reuniones donde nos hacen pequeños “breafings” de lo que podremos ver, como reaccionar si algo sale mal y el orden del día. Además de tener una mesa de ping-pong ara las horas más calurosas del día donde no hay animales que ver.
Después están las chozas. Pequeñas cabañas abiertas al bosque, sin ningún tipo de puerta o ventana. En las chozas, unos colchones en el suelo, y una mosquitera por colchón.
Y unos baños, donde como comentaba, no hay cisterna y hay que llenar un cubo de agua del río, para usarlo como tal. Por otro lado, tampoco hay duchas, bueno, las hay pero al igual que la cisterna van con una bomba desde el río, así que aunque el agua está limpia es marrón.
Esta es mi casa ahora. Y lo mejor, a las doce de la noche, cuando se apagan las luces, y el silencio se apodera del campamento, y se empiezan a oír a los monos de rama en rama, y a los pájaros, y los insectos… Una nana insuperable para conciliar el sueño.
Estos días iré haciendo un repaso a las actividades, todo lo que cuente tendrá un parecido remoto a lo que estoy viviendo pero servirá para haceros una idea de lo que ofrece este lugar.
Como dicen aquí:
“Welcome to the junggle” (música guns’n'roses) corrección gracias a Irene… que fallo dios mio