Lo primero era hacerme con algún medio de almacenaje y transporte. Por suerte, tenían neceseres para dar y repartir en Mercadona y escogí este, grande y con un diseño que me gusta aunque obviamente, tiene más plástico que la cara de Silvio Berlusconi ;) Tampoco le pedía yo peras al olmo.
Con respecto a los productos más básicos de higiene (geles, cepillos y otras historias cómo es lógico si tengo repartidos en cada localidad) le fui fiel a mi desodorante Dove, rescaté la limpiadora de Elizabeth Arden 3-en-1 (es ligeramente exfoliante, limpiadora y supuestamente tónico) y piqué con un monogotas para perfumarme aunque fuera humildemente. La limpiadora me gusta muchísimo y la recomiendo, aunque yo en casa utilizo aceite y jabón natural dentro de una doble limpieza que me va muy bien. El monogotas de manzana era la primera vez que lo probaba pero me ha encantado su aroma algo dulce pero sin empalagar (algunos otros no los aguanto). 2. Tratamiento. En este caso no compré más que una hidratante que ahora les detallo y recurrí a dos tratamientos que tenía “porsiaca” en el piso: el contorno de Nivea, que he recordado que me gusta mucho porque es muy, muy hidratante (pero tiene la contrapartida de que si me roza el lagrimal o línea de agua me escuece horrores) y la minitalla de la Daywear de Esteé Lauder que me recuerda que cuando tenga un claro de cremas quiero comprarla en formato normal, porque es fantástica para mi piel mixta-seca. La hidratante que compré es de Garnier, concretamente dentro de la línea nueva que sacaron, la recomendada para luminosidad y no me ha gustado nada ni me ha ido bien, por lo que se la dejé a mi hermana para que probase ella qué tal. 3. Maquillaje. Tanto en esta parte como en la de brochas y pinceles fui más gastosa: se avecinaban días de celebraciones, comidas y fiestas varias en las que me gusta llevar por lo menos buen aspecto. Además, ya saben que habitualmente maquillo a algunas féminas de mi familia. Les cuento a grandes rasgos qué me han parecido las compras… · La base de maquillaje, que elegí de la línea “natural” porque pensé que iría más con el tipo que suelo usar yo tiene un subtono demasiado amarillento para mi gusto. Por lo demás, la cobertura es baja-media (pero eso es de esperar por su nombre) y su duración es media. No es una mala base, tampoco es la repanocha: para la cantidad de propuestas económicas que hay por ahí, no la veo “competente” en este sentido. · El corrector también lo elegí de la línea de los que uso, ligero, y tampoco está mal. No es tan amarillento como la base pero se vuelve a repetir la conclusión de esta: prefiero los de Kiko, por ejemplo. · Los polvos: De los tres artículos que hemos visto hasta ahora, lo que más me ha gustado. Son finos, matizan bien el maquillaje y tienen un formato cómodo. Como ven en las imágenes, también me hice con un colorete (bien), un lápiz automático (muy mal: es muy claro y no aguanta absolutamente nada en el párpado, no hablemos ya de la waterline) y la máscara maxi – volumen que había leído buenas críticas sobre ella y me ha parecido muy buen producto.
Para las sombras preferí no gastar nada y hacerme con alguna de las paletas de mi hermana. Esta de Elizabeth Arden que yo misma le regalé tiene tonos muy ponibles y pigmenta perfectamente. 4. Brochas. Como les decía, también me hice con brochas. Había leído buenas críticas de esta nueva edición y además me inclinaba más porque están elaboradas por Novara, que es una buena marca de pincelería. En general, los pinceles me han gustado y mucho, el único “pero” que les encuentro es que para mi gusto, las indicaciones del “para qué” son en algunos casos mejorables, les cuento…
- La de corrector la veo algo grande, sobre todo teniendo en cuenta que sólo lo uso en el contorno de ojos. La prefiero como brocha para base: va bien, sin problemas; reparte bien el maquillaje y no deja rayas; es cómoda de usar.
- La de polvos: para mi gusto algo pequeña y con las cerdas poco densas, la veo mejor para colorete. No obstante en esta ocasión sí la usé para los polvos porque no tenía otra.
- La de colorete: Es imposible difuminar el colorete con ella y que no quede a “parches”. Tiene las cerdas demasiado juntas y abundantes para este menester. Sin embargo, es una buena brocha para extender la base también.
- La de maquillaje tipo mofeta la usé para el rubor, al menos esta lo trabaja y difumina mejor.
- Las brochas de ojos no están mal, tanto la de sombra como la de delinear desempeñan sus funciones bien.