Ante una persona inconsciente la primera actuación del socorrista es comprobar si respira, para lo cual se coloca a la víctima en el suelo boca arriba, estirada, con los brazos junto al cuerpo y el socorrista se coloca de rodillas a un costado del paciente, a la altura de los hombros. Efectuar las maniobras evitando torcer o doblar el cuello y la columna de la víctima, especialmente si hay sospecha de golpe en la cabeza o en la espalda.
Parada respiratoria
Seguidamente hay que despejar de obstáculos la vía aérea para facilitar la reinstauración de la respiración espontánea:
ME GUSTA LO QUE VEO
- abrirle la boca y extraer con dos dedos cualquier cuerpo extraño que dificulte o impida la respiración (dentadura postiza, trozo de comida, caramelo)
- echarle la cabeza hacia atrás con suavidad (la colocación de una almohadilla de ropa doblada en la parte de atrás del cuello facilita mantener esta postura). ¡Este simple gesto puede hacer que la víctima empiece a respirar espontáneamente!, pues deja liberada la garganta que está obstruida por la lengua (en estado de inconsciencia, los músculos de la lengua se relajan y ésta cae hacia atrás taponando la garganta)
- aflojar la vestimenta que dificulte la respiración (camisa, corbata, sujetador, cinturón)
- dejar al descubierto el pecho para poder observar sus movimientos y poder aplicar masaje cardíaco si fuese preciso.
Una vez echada la cabeza de la víctima hacia atrás y comprobado que no tiene cuerpos extraños en la boca, el socorrista acerca su oído a la boca de la víctima, observándole el pecho, y durante no más de 10 segundos:
- escucha si existe ruido de respiración
- siente si existe salida de aire
- observa si existe movimiento en el pecho o en el abdomen.
* Si no hay respiración implica que hay parada cardíaca, por lo que hay que pedir ayuda inmediata a Emergencias Sanitarias y comenzar la Reanimación Cardiopulmonar (RCP).
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