¿No eres feliz? ¿Pero tampoco estás triste? ¿De hecho ya no sabes ni que sientes?…
Juan es una persona tranquila, ha llevado una vida que es nada fuera de lo normal, trabaja arduamente y llega a su casa a veces hasta muy tarde por las demandas laborales, se sienta frente al televisor y siente un desagradable dolor en la espalda, intenta relajarse, pero se sigue sintiendo tenso incluso después de darse un baño, además ya van varias noches que no consigue dormir bien.
La verdad es que también ya lleva un rato teniendo problemas estomacales, ha pensado que es porque está acostumbrado a comer con muchos irritantes y ha decidido dejarlos, sin embargo a pesar que ha intentado llevar una dieta más saludable, sigue sintiéndose fatal y con dolor intestinal. Además de que le da por comer mucho y no se siente satisfecho, siempre anda buscando que comer.
Es sábado por la mañana y sus hijos ya están más que dispuestos para salir, quieren ir a jugar al parque y hacer un día de campo, pero Juan no se siente con deseos de hacer nada, prefiere pasar su día sentado viendo la televisión o durmiendo, pues no tiene ánimos de nada.
A pesar de que se quedó en casa mientras su familia decidía pasear y ha estado acostado, de repente se siente un poco mal, como que le falta el aire, tiene taquicardia y no puede explicar porque.
Para la noche su esposa le ha preparado algo especial, los niños no están en casa porque se fueron a quedar con sus primos. Ella esta encantada ya está lista para darle vuelo a la hilacha y tener una noche romántica, pero queda decepcionada, porque Juanito tampoco está de ánimo para eso, de hecho ya lleva mucho tiempo sin apetito sexual.
A parte de esto su esposa ha observado que la actitud de Juan ha cambiado, ya no es tan activo como antes, le da flojera hacer cualquier cosita, muestra desinterés por las cosas que antes le motivaban, hace comentarios como, no soy bueno para esto, no se hacer aquello y se empieza a mostrarse indiferente por la vida, eso sin contar que constantemente se queja de algún dolor de cabeza u otro malestar físico. Y cuando le pregunta ¿Qué sucede? Él le contesta que todo está bien, que no le pasa nada.
Su esposa ya está preocupada y además cansada de esta situación, ya le ha puesto un ultimátum a su marido, o se activa y despierta de nuevo a la vida o va a haber fuertes consecuencias.Juan decide visitar al doctor, y este le manda una serie de estudios para ver que hay detrás de todo esto. La sorpresa para los dos es que los resultados no arrojan nada, supuestamente Juan no tiene ningún mal. ¿Entonces qué le pasa? ¿Por qué a veces tiene tantos malestares físicos? Juan no queda convencido y busca la opinión de más doctores, y ninguno le encuentra nada en concreto, ahora hasta lo tachan de hipocondriaco.
Su esposa no está convencida con lo que dicen los médicos, está segura que a Juan le pasa algo.
¿Qué le pasa a Juan?...
Bueno quiero contarte que así como la historia de Juan, hay muchas más historias similares… Estos casos en su mayoría ocurren con personas que ya estan alrededor de la 50 década en un 5%, pero según las estadísticas, también hay casos con personas mucho más jóvenes.
¿Quieres saber que le sucede a Juan?.....Una palabra…. Depresión.
¿Pero cómo es posible? ¿Si en ninguna parte de la historia se menciona que Juan este triste?
¿Depresión sin tristeza? Que curiosa paradoja….
Juan quedo muy sorprendido cuando se lo confirmo el psiquiatra, después de haber pasado por muchos médicos, termino llegando ahí. Y obvio no lo podía creer, ya que según él, su estado de ánimo estaba bien, no se había sentido triste antes.
Aunque parezca increíble existe la depresión con ausencia de tristeza, aunque más bien es la incapacidad de sentirse triste o de reconocer este sentimiento. Este tipo de depresión también es llamado depresión enmascarada o depresión no disfórica.
El depresivo sin tristeza no siente pena ni ansiedad, ha transferido todo su malestar al cuerpo por lo tanto se ve reflejado en otros síntomas tales como trastornos alimenticios donde o comes más o no tienes apetito, problemas para dormir, falta de deseo sexual, taquicardias, dolores de cabeza entre otros, pero de ánimo estas aparentemente bien.
Además las personas sufren una especie de letargo, tal vez se sientan desilusionadas, sin ganas de nada, son lentas, no se concentran, pueden llegar a tener sentimientos de culpa, de torpeza o que son inútiles, piensan que pueden llegar a ser una carga para su familia, cuando hacen una evaluación de sí mismos, el resultado es negativo, pueden irritarse fácilmente pero curiosamente niegan estar tristes y seguramente están sufriendo un cuadro depresivo.
Un trastorno que se presenta con este tipo de depresión es la anhedonia, la cual es la incapacidad de experimentar placer y la perdida de interés o satisfacción en casi todas las actividades.
También, las personas que sufren este padecimiento tienen algo que se llama alextimia, que es un trastorno caracterizado por la incapacidad de tener conciencia emocional, en otras palabras, no pueden identificar y describir verbalmente las emociones y los sentimientos en sí mismos o en los demás.
Esto puede estar influenciado incluso por algunos estilos de crianza donde la familia nunca habla de la propia emoción y por lo tanto no se desarrolla la capacidad de comunicar los sentimientos.
También son vulnerables las personas cuyos diversos familiares hayan presentado una depresión, incluso cuando a esta persona no le haya pasado nada y no haya sufrido un traumatismo emocional.
Otro factor que puede influir a que se desarrolle este tipo de depresión es la presencia de alguna lesión cerebral o el mal de Parkinson
La persona en si no es consiente que está sufriendo una depresión, y por lo tanto no acude a la ayuda correcta, ya sea un psicólogo o psiquiatra y para el caso de adultos mayores, las clínicas geriátricas cuentan también con especialistas.
Esto si puede llegar a ser un tema peligroso, porque la persona en verdad requiere de ayuda. Por lo que, si observamos a un familiar o amigo en esta situación, sería bueno llevarlo a consulta.
Estarás ahora de acuerdo conmigo que es de gran importancia el no huir de las emociones y sentimientos y siempre tratar de conocerse mejor a uno mismo incluso anímicamente.
Es necesario disfrutar de cada cosa de la vida para poder ser feliz y vivir plenamente, y una depresión a cualquier edad y a cualquier persona le impedirá lograrlo.
Ahora ya lo sabes, se puede estar profundamente deprimido sin ganas de llorar.
¿Interesante no? Te propongo compartirlo con alguien que le pueda interesar o ayudar...
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¿Quieres saber un poco más sobre este tipo de depresión?, checa este artículo de La nación…
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