La canción que vamos a escuchar hoy demuestra que, en ocasiones, los títulos de las canciones pueden ser casi premonitorios. Hank Williams y su productor Fred Rose decidieron escribir en 1952 una canción humorística, I’ll never get out of this world alive (“No saldré vivo de este mundo”), con la esperanza de que se convirtiera en el siguiente éxito de Hank. Y ciertamente lo fue, pero en un momento, cuando menos, paradójico.
El día de Año Nuevo de 1953, Hank Williams moría en el asiento trasero de un Cadillac cuando un estudiante, que hacía las veces de chófer, le llevaba rumbo a su siguiente concierto. Williams abusaba de medicamentos, recetados por un médico para paliar sus dolores, y los mezclaba con alcohol. Quiso el destino que este fuera el último single que apareció en vida del cantante y que llegara al número 1 de la prestigiosa lista Billboard en enero de ese año, ya con carácter póstumo. Se da la circunstancia de que justo la semana en que murió, otra de sus canciones más conocidas, Jambalaya (ya escuchada aquí), ocupaba lo más alto de las listas. Y que Fred Rose, el otro autor de I’ll never get out of this world alive, moría en 1954.
Mucho tiempo después, la canción sirvió de inspiración a Steve Earle para su álbum homónimo, que salió en 2011. También fue el título de su primera novela, acerca de un doctor desposeído de su título, Doc Ebersole, que practica abortos ilegales para ganarse la vida y es acechado por el fantasma de Williams.
La letra enumera las desgracias que persiguen al protagonista: su caña de pescar se ha roto porque el arroyo está lleno de arena, su mujer le ha dejado, si lloviera oro no podría hacer nada porque sus pantalones están tan remendados que no tienen ni bolsillos, si se tirara al río, probablemente se ahogaría, un abogado demostró que no había nacido –simplemente había sido lanzado al mundo–, los zapatos que lleva están llenos de agujeros y clavos.
Escuchemos ahora la versión original de Hank Williams.
Esta grabación de Asleep At the Wheel pertenece al disco doble Texas Gold/Comin’ Right at Ya.
Os dejo con Jerry Lee Lewis y su inseparable piano.
Hank Williams Jr. la incluyó en su disco Men with Broken Hearts (1995).
Por último, escuchemos a su nieto, Hank Williams III, en un concierto que dio en Louisville (Kentucky) en junio del año pasado.