Parados de larga duración

Creo que todos conocemos cómo está el mercado laboral en España en la actualidad. Muchas personas se encuentran viviendo actualmente el drama de querer trabajar y no poderlo hacer. Cuando uno se queda sin trabajo debe pasar su período de duelo para asumir su nueva situación y pasar página lo antes posible. Esta segunda fase comienza por tomar las riendas de su nuevo proyecto profesional de volver lo antes posible al mercado laboral, reforzando al máximo su perfil para ser lo más competitivo y atractivo al mercado.

Un despido, un ERE… Pueden ser traumáticos y conllevarán un tiempo de bajón. El tener un tiempo de descanso, de desconexión, no es malo, pero tampoco podemos pensar en agotar esos dos años máximo (en caso de tenerlos) antes de volver a trabajar. Hay que ponerse en marcha cuanto antes, para buscar un nuevo proyecto laboral, que no va a ser fácil. Esta travesía en el desierto puede durar meses e incluso años y más con las circunstancias económicas e industriales actuales. Cuando se sufren estos largos periodos involuntarios de inactividad laboral es lógico pasar por épocas de fuerza mental y por otros de debilidad e inseguridad brutal en uno mismo. Es fácil decirlo y difícil hacerlo.

Lo peor que podemos hacer cuando sufrimos estos largos períodos de desempleo es tirar la toalla y coger como principal hábito la inactividad de todo tipo, es decir, no busco trabajo porque no existen oportunidades. Cuando uno lleva más de un año sin trabajo se le comienza a considerar parado de larga duración. A veces el caer en ese grupo de personas no depende tanto de nuestra valía sino de nuestro tipo de perfil, competencias, experiencia profesional, estudios académicos que no son las necesitadas o solicitadas en estos momentos por el mercado laboral predominante. Por ello, es bueno que seamos flexibles y pensemos en qué aspectos debemos mejorar o conseguir para poder acceder a los sectores profesionales que necesitan en la  actualidad más mano de obra.

Lo peor que uno puede hacer cuando se convierte en parado de larga duración es dejar de confiar en uno mismo. Tenéis que creer más que nunca en vuestras posibilidades. No dejéis que nadie os haga pensar que ya es tarde para que  vosotros podáis aprender nuevas cosas o reorientar vuestro perfil profesional. Nunca es tarde para nada.

Ser parado de larga duración no significa ser inútil ni inactivo; debéis seguir haciendo cosas que os ayuden a volver al mercado laboral. Uno debe explorar todas las posibilidades. Quizás pueda ser buen momento para pensar en qué cosas se os dan bien y ver la posibilidad de convertirlas en nuevas vías profesionales. Es cuestión de visualizar qué demanda puede existir en ese tipo de servicios. A veces un servicio no existe o no tiene demanda porque aun nadie lo ofrece. Es cuestión de pensar. No se debe olvidar que si no lo intentamos el no ya lo tenemos.

Aun existen personas que se catalogan como expertos que se permiten el lujo de decir que las personas que llevan mucho tiempo sin trabajar es porque carecen de la valía necesaria. Esto es una tontería sin fundamento. Porque existen multitud de grandes profesionales fuera del mercado laboral.

Lo que está claro es que siempre es más fácil reengancharse al mercado laboral desde la acción, es decir, desde estando en el mercado laboral aunque sea en sectores o perfiles a priori insignificantes para nosotros. La polivalencia cada vez es más importante, también lo es la especialización. No es cuestión solo de saber mucho de un tema sino de conocer muchas áreas, sectores y funciones que nos permitan diversificarnos.