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Cacique Mayeto es una de las tres comunidades indígenas de Filadelfia. Sus integrantes, de...
la parcialidad enhlet, se han acostumbrado a la vida urbana, muchos tienen trabajo fijo todo el año. Pero sueñan con edificios comunitarios más grandes, para satisfacer la demanda de un pueblo indígena urbano en crecimiento.
En la comunidad de Cacique Mayeto viven 222 familias, casi 900 personas, tienen electricidad, casas con techo seguro y aljibes para almacenar agua de lluvias, pero cuando no llueve necesitan cargar sus aljibes con agua de afuera, como es la situación actualmente. Cuentan con dos canchas (una iluminada), dos almacenes y heladeras en casa.
Es un pueblo motorizado, las motocicletas son parte de la comunidad, igual que celulares. Como en otras comunidades, también aquí entran y se van permanentemente los macateros (comerciantes ambulantes), para vender sus productos.
Para el próximo año, la comunidad decidió cobrarles una tasa de entrada, y el dinero destinarán para ayudar a los ancianos.
En este momento, 118 personas de la comunidad tienen trabajo fijo durante todo el año. Laboran en comercios, fábricas, supermercados, carpinterías y plomerías. “Nuestra gente trabaja con empleadores menonitas, que les ayudan mucho en la construcción de viviendas propias. Estamos mejorando”, dijo el líder Emilio Maciel.
Pero les faltan más lugares de trabajo, para insertar al mundo laboral sobre todo a los jóvenes de la comunidad. Con la juventud, los líderes se reúnen, hablan con ellos, también reciben orientación de otras instituciones, como por ejemplo las cooperativas o la fiscalía.
Aunque la comunidad cuenta con 10 comisarios propios, estos muchas veces cuando ocurre un problema están en sus lugares de trabajo y llaman a la Policía Nacional para ayudarlos.
Maciel destacó que la escuela primaria del lugar ayuda mucho a los jóvenes, pero están mirando si en el futuro no pueden tener un propio colegio en la misma comunidad. Además, proyectan construir un tinglado multiuso de esparcimiento, donde los jóvenes puedan encontrarse los fines de semana y practicar sus bailes de música cristiana.
La comunidad también apunta para el próximo año a instalar un edificio eclesiástico más grande, donde pueda entrar más gente para los cultos religiosos y asambleas que tienen. La comunidad contaba inicialmente con 32 ha de tierra; ahora se amplió y varias familias ya construyen sus nuevas casas en las parcelas adyacentes recién habilitadas. Para el líder Emilio Maciel, los enhlet de Cacique Mayeto ya no volverán al campo, porque se acostumbraron a vivir en la ciudad. Casi ya no salen a las estancias, viven en la ciudad trabajando”, acotó.
Fuente: abc.com.py