(Dirigida por Héctor Gálvez – Perú 2010)
Todos a la cima,
todos quieren llegar
No importa el camino,
todos van a llegar a la cima
Felicidad
El pobre es el rico,
El rico es el rey,
El rey a la gloria
La gloria a inmortal resurrección
Vuelve a empezar
Muchos zapatos vamos a gastar,
Para llegar.
Alma para conquistarte
Corazón para quererte
Y vida para vivirla junto a ti
(Canción: Triciclo Perú – Grupo: Los Mojarras
Es un árbol grande, pero tiene una forma chueca que lo hace ver como bonsai japonés a la distancia. Se encuentra cerca del cementerio, donde un muchacho lleva panes y cigarrillos a una tumba tirada en el piso. Esta tierra de muertos es más que todo un arenal invadido por nichos con nombres y fechas hechos a brochazos.
Joaquín (Joaquín Ventura) es el chico que ha visitado esa tumba. Siempre se queja de que no sueña con volar mientras que los demás si tienen sueños que están volando. Tiene 4 amigos. Mario (José Luis García), que se caracteriza por ser el más pendejo del grupo. Compañero de actos pandilleros con Joaquin en la época que falta billete. Su enamorada es Sara (Gabriela Tello), una chica que tiene una madre traumada y que la traumatiza a ella constantemente y sin querer queriendo. Antuanet (Yiliana Chong) es la chancona del grupo, la que los hace pensar a los otros, la aburrida pero imprescindible. Por último el ingenioso Lalo (William Gómez) quien presume de ser inteligente pero los rojos siempre predominan en su libreta de notas trimestral.
La vida en los conos extremos de Lima es sacrificada. El agua viene en camión cisterna. Los empleos escasean, tienes que ver la forma de sobrevivir para poder llevarte un pan a la boca. A tu enamorada no la puedes llevar al telo, asi que un rapidin en la oscuridad de la calle es lo más práctico. Los jóvenes tienen sueños pero si no abunda el dinero como llevarlos a cabo, cómo motivarse en medio de tanta pobreza y miseria. Antuanet influye en los otros chicos del grupo para su destino final. Los hace pensar y con eso es más que suficiente.
Paraíso es una cinta triste. Sin música de fondo, las voces de los personajes son la música para nuestros oídos, sus diálogos. Sus miradas son tristes, llenas de resentimiento y frustración. Los mejores momentos de la cinta son los últimos minutos del metraje, la mirada de Joaquín nos indica que ha llegado el momento de la superación personal y debemos dejarnos de llorar, es momento de levantarse, actuar y ser feliz con lo que hacemos.
Cinta recomendada para aquellos que olvidamos que el Perú no solamente es Lima, que Lima no solamente es Miraflores y finalmente que Miraflores no es solamente la Avenida Larco.http://observandocineperuano.blogspot.com/feeds/posts/default