Revista Toros
En nuestro deambular por las ganaderías andaluzas, hemos recalado esta semana en la finca Ruchena donde pastan las reses de Jódar y Ruchena.
Era un día de calor sofocante hasta el extremo de que el termómetro exterior del coche que conducía José Luis Prieto Garrido, el veterinario amigo al que acompaño en este peregrinar para obtener fotografías con el fin de ilustrar su próximo libro, que tratará sobre las pintas y pelos del toro de lidia, marcaba 39 grados. Con nosotros el gran aficionado Antonio Alcántara, otro “loco” que no renuncia a disfrutar del toro bravo en su hábitat, aunque las inclemencias del tiempo aconsejen quedarse en el sofá dando un reparador cabezazo.
El caso es que, tras dos horas de viaje, llegamos a esta espléndida finca a la hora acordada (cinco de la tarde). Allí nos esperaba el joven rejoneador Luis Valdenebro, pues su padre, titular de la ganadería, había tenido que desplazarse a la próxima Sevilla.
Junto al mayoral, en un todoterreno, iniciamos un breve, pero intenso, recorrido por las distintas cercas donde pastan en plenitud los animales que componen esta histórica ganadería. Son ejemplares preciosos, con la característica propia de su morfología y pelaje. El paraíso del berrendo. Los hay con todas las pintas posibles. Son toros que de salida llaman la atención del público por la belleza de su estampa.
Esta ganadería tiene una antigüedad de 2 de Julio de 1967. Su procedencia nace por división de la ganadería de dn. Gabriel González en 1949, su hija María del Amparo González Martín vendió su lote en 1951 a dn. Enrique María Valdenebro, marqués de Jódar, formando dicho señor una nueva ganadería al eliminar todo lo que había adquirido y comprar un lote de vacas y dos sementales a dn. Juan Belmonte y dña. Julia de Cossío, anunciando la ganadería a nombre de Marqués de Ruchena, título noble que también poseía el sr. Valdenebro. En 1985 cede la ganadería a sus hijos. Esta ganadería con divisa amarilla y verde figuraba ya en los carteles en 1763. El 9 de enero de 1989 falleció en Sevilla, a avanzada edad, dn. Enrique María Valdenebro, marqués de Jódar y Ruchena.