Revista Literatura
Cuando hablas tu garganta susurra cometasque sobrevuelan el tambory hacen temblar de emociónante el colapso atenuado en tu pechoa la clavícula.
Construyes balcones en las torresy abres las puertas de la actitudinequívoca, de un resguardo prescritoen el fondo de tu hígado erecto.
Eres perfecto cuando callaspor que puedo sentirte en mi sexocon las ganas de mi puestas en tu lenguay recreas los paraísos verbalescon la exactitud de un verso.
Eres perfecto cuando me besassabiendo que no me tienesy eres perfecto por que lo hacesintentando convencerrme de que así no me quieres.
Luego te llevas la contraria a ti mismocon la perfección de los anhelantesque saben que no podrían aguantar el hiloni entre tres, aún habiendo pedido el deseo.
Pero seguirás siendo perfectoy yo, a la que perdiste.