Revista Salud y Bienestar

Parálisis cerebral tras resonancia magnética: mala praxis en anestesia (negligencia 24b)

Por Lemalpartida

Parálisis cerebral tras resonancia magnética: mala praxis en anestesia (negligencia 24b)
SEGÚN DENUNCIA ANTE FISCALIA Niño tiene parálisis cerebral por supuesta mala praxis de anestesia EL DIARIO DE HOY
MIÉRCOLES, 17 DE NOVIEMBRE DE 2010

Pablo José Mena era un niño de cuatro años como la mayoría: inquieto, juguetón y cariñoso con sus padres. De vez en cuando tenía convulsiones, pero esto no le impedía hacer vida normal y asistir al kínder donde hizo sus primeros trazos crayola en mano.

Parálisis cerebral tras resonancia magnética: mala praxis en anestesia (negligencia 24b)
Así fue hasta el 20 de agosto pasado cuando, por indicaciones de la neuróloga que lo atiende en el Hospital Bloom, le realizarían una resonancia magnética. Para ello, el hospital asignó un equipo formado por una enfermera, un médico residente y un anestesista identificado solamente como Will Hernández. El grupo acompañó al niño y a su padre, Juan Carlos Mena, al Hospital General del ISSS donde le realizaría el examen. Según una denuncia presentada ante la Fiscalía General de la República y adjunta ya al expediente 4907 UDV 2010, Pablo estaba inquieto esa mañana. Tenía hambre, pues estaba en ayunas, y su padre hacía grandes esfuerzos para tranquilizarlo. Parálisis cerebral tras resonancia magnética: mala praxis en anestesia (negligencia 24b)
Al verlo así, el anestesista dijo: "Pasemos (a hacer el examen) porque lo veo muy ansioso al niño, tiene mucha hambre, para relajarlo, le voy a comenzar a poner unos sedantes". Así, le puso una primera y segunda dosis, según recuerda el padre e Pablo. Luego, Hernández comentó: "Este niño está como si se ha tomado un par de cervezas". En el escrito de la denuncia, Mena señala que Hernández "hizo referencia a que los anticonvulsivos que tomó en la mañana el niño hacen que 'no pegue' la anestesia".
A las 11:30 de la mañana, cuando la resonancia magnética había finalizado, Mena fue informado de que el niño había tenido un paro. Su frecuencia cardiaca había llegado a 50. "¡Póngale otra ronda de adrena!... ¡no responde!", son las frases que Mena escuchó antes de enterarse de que médicos y enfermera había hecho todo lo posible por oxigenar al niño quien regresó al Hospital Bloom, inconsciente y entubado, al área de máxima urgencia.
Pablito estuvo en la UCI dos semanas. Recuperó la consciencia, abrió los ojos, pero no ha vuelto a hablar. El niño ha recibido distintos diagnósticos: encefalopatía, edema cerebral, hipoxia cerebral y parálisis infantil.

Los Mena sospechan que hubo negligencia médica de parte del anestesiólogo. Saben que una demanda no devolverá la salud a su hijo, pero quieren evitar que más infantes sean afectados por el ejercicio profesional del anestesiólogo que atendió a Pablito.


La fiscal asignada al caso, Carmen Elías, rehuso hacer algún comentario sobre el mismo pues dijo que en la Unidad de Vida este tipo de casos se maneja "bajo reserva". "Sí quiere información, entiéndase con los padres", indicó.

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