Cuando a finales de 2012 THQ se declaba en bancarrota, también se anunciaba que habían llegado a un acuerdo con el grupo de inversión privado Clearlake Capital Group para que comprase THQ por 60 millones de dólares, esta rápida operación permitía a THQ seguir operando con normalidad, pero ahora, un tribunal ha paralizado esta compra a petición de los acreedores.
Los acreedores de THQ consideraban que se podía sacar más dinero vendiendo los activos por separado, y la jueza Mary F. Walrath les ha dado la razón, por lo que ha desestimado la compra y el 22 de Enero se celebrará una subasta donde las distintas propiedades de THQ se venderán por partes.
Compañías como Warner Bros, Ubi Soft y Electronic Arts ya han mostrado su interés para asistir a la subasta y pujar para comprar propiedades de sus juegos como Saint’s Row, Darksiders, Metro, Company of Heroes, Homefront o Red Faction.
Franquicias como WWE y Warhammer 40.000 en realidad no son propiedad de THQ ya que son licencias otorgadas por sus respectivos dueños, pero también habrá que ver en que nuevas manos acaban cayendo.
Los 3 próximos juegos de THQ (Metro: Last Light, Company of Heroes 2 y South Park: The Stick of Truth) lo más probable es que se vean afectados en forma de retraso o incluso salir con normalidad porque son juegos ya hechos, pero el problema es para los juegos actualmente en desarrollo (Saint´s Row 4, Homefront 2, Evolve, Crawlers, 1666 y Atlas), pues podrían cancelarse o producirse grandes cambios para adaptarlos a las políticas y necesidades de los nuevos propietarios.
Después de esta subasta, THQ quedará despedazada y sin propiedades, aunque lo más importante será ver lo que pasará con sus estudios de desarrollo (Relic Entertainment, Vigil Games, Volition y THQ Studio Montreal) y el personal que trabaja en ellos, si también serán comprados por otra compañía o serán disueltos.