Paraná es apócope de la expresión (en idioma tupi) para rehe onáva que significa "pariente del mar" o "agua que se mezcla con el mar", y es uno de los ríos más importantes de América del Sur, y uno de los parajes o lugares fundamentales en la trama (especialmente en su desenlace) de la novela El jardín de bronce , de Gustavo Malajovich, recomendado en post de hace unos días.
Forma parte de la extensa cuenca del Plata, y que recoge las aguas de los ríos Paraná, Paraguay y Uruguay, sólo superada por la del río Amazonas.
Si realizamos el viaje del agua en sentido inverso o contracorriente, debemos mencionar que en su delta (de agua dulce), llamado Río de la Plata, se ubica tanto Montevideo, la capital de Uruguay, como la Gran Buenos Aires (comentada en el post precedente ).
Dejaremos atrás el delta, y remontando el curso del Paraná como hizo Fabián Danubio buscando desesperadamente a su hija desaparecida, llegaremos a poblaciones argentinas muy conocidas: Rosario (tercera ciudad de Argentina en población y cuna de la bandera albiceleste y también de Lionel Messi), Santa Fe (cuna de la Constitución del país argentino), Corrientes (donde se unen las corrientes del río Paraguay y del Paraná; antes, en Pórtico, la trama de la novela recomendada, El jardín de bronce, tendrá un desenlace que averiguaréis si decidís leerla) y Posadas. Si seguimos remontando aún unos kilómetros más, llegaremos a una de las maravillas del mundo que no os debéis perder si os acercáis por estos lares: Iguazú, donde el afluente del mismo nombre se une al Paraná en la Garganta del Diablo y donde se forma una frontera natural entre tres países: Paraguay, Brasil y Argentina.La leyenda guaraní sostiene que fue obra de un dios celoso de una bella muchacha llamada Naipú, que vivía a orillas del río y de quien se había enamorado. Pero Naipú prefirió los amores de un mortal, y se marchó con su amante en una canoa. El dios, enfurecido, produjo las cataratas para detenerlos...
...arrojando para ello su caudal de agua desde una altura de 70 metros a través de 275 saltos diseminados en forma de media luna. Prácticamente todos se encuentran en territorio argentino pero como bien se dice en la región: "Argentina pone el espectáculo y Brasil cobra la entrada", porque para tener una visión de conjunto conviene cruzarse unas horas al país vecino.
Es decir, para conocer los saltos de cerca, y observar la increíble variedad de plantas, mariposas, aves (tucanes, loros, picaflores, etc.) y distintos animales (tapires, monos de caí, coatíes...), lo mejor es explorar detalladamente las pasarelas y senderos argentinos. Id con tiempo porque cuatro horas es lo mínimo que se requiere para recorrer los siete kilómetros de pasarelas (las indicadas en color azul y verde) del sendero llamado "macuco" (como unas pavas de monte de la zona). Y por supuesto, debéis añadir a vuestro viaje la excursión en lancha rápida (eso sí, os mojaréis sí o sí), recomendando desembarcar en la isla San Martín, el peñón incrustado en el centro de los saltos más importantes (el recorrido en color amarillo del mapa), y donde se filmaron importantes escenas de la película La Misión (vale la pena ver la película, pero sobre todo escuchar la magnífica banda sonora de Ennio Morricone).Como una imagen vale más que mil palabras, os dejo varias que tomé desde las pasarelas del "lado argentino" y desde la lancha:
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Sin embargo, si lo que queréis es tener unas buenas vistas panorámicas de todas las cataratas deberéis dejar tiempo también en vuestro viaje para ir al lado brasileño. El Parque Nacional do Iguaçu fue declarado por la UNESCO en el año 1986 Patrimonio Natural de la Humanidad, lo cual coincidió prácticamente con la misma declaración del lado argentino, en este caso bajo la nominación del Parque Nacional Iguazú. Después de comprar tu entrada, (por cierto, hay que pagar en reales la entrada al parque, por lo que deberéis cambiar en la frontera) la forma habitual para desplazarse hasta el punto de las Cataratas, es por medio de ómnibus panorámicos de la empresa Cataratas S.A. La parte superior está abierta para que los turistas puedan apreciar en totalidad el hermoso entorno que los rodea.
LLegaréis al Hotel Cataratas para comenzar un recorrido de poco más de un kilómetro. El área que podéis conocer está constituida por un único circuito de pasarelas que se encuentra de frente a los saltos. La vista paisajística que se os ofrecerá, en cualquier punto del recorrido de las pasarelas, es realmente impresionante. Como muestra, un par de botones:
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Por cierto, después de pisar Brasil, volveremos a Argentina, y comenzará un viaje (vía Buenos Aires) que nunca podré olvidar: nada más y nada menos que a la Patagonia... pero eso será en los próximos posts.