La sexta parte de la saga Paranormal Activity dirigida por el debutante Gregory Plotkin no aporta nada nuevo al género y solo sirve para contestar algunas preguntas que se habían quedado en el tintero y que por fin pueden conocer los incondicionales fans de esta serie de películas que tienen en el uso de la cámara como falso documental su mayor virtud. En esta ocasión añade el 3D como un plus a lo que suelen mostrar normalmente estos films teniendo aquí la misión de acercarnos a un mundo invisible para el ojo humano. Para ello contará con una vieja cámara que tiene la peculiaridad de hacernos ver a todo tipo de entes, demonios o fantasmas. El tiro le sale por la culata al director pues realmente lo que más miedo da es no saber a lo que nos enfrentamos, una vez que esto sale a la luz la sorpresa es mucho menor.
El guion podía haber sido más elaborado pues las situaciones de terror que viven esta nueva familia y allegados son predecibles y los sustos totalmente esperados lo que apenas hará que nos sobresaltemos en nuestra butaca. Como novedad presentan también los mágicos portales temporales que sin embargo pierden parte de su encanto al no mostrarse en su interior con unos planos muy rápidos y difuminados.
Tal es el grado de descuido que observo en el libreto que los interrogantes se acumulan en mi memoria sin encontrar explicación a muchos de ellos. En vez de clarificar las cosas los guionistas Jason Pagan y Andrew Stark las complican mucho más ¿será que tienen previsto obsequiarnos con una secuela más el año que viene? Da la impresión que lo más importante es siempre salvar la cámara con la que se está filmando todo, aunque esto haga que puedan salir dañadas gravemente algunas de las personas implicadas en este nuevo caso paranormal, aunque visto lo visto y dadas las penosas actuaciones no se pierde mucho, ya que todos los que participan e intentan ayudar a la niña protagonista son del todo prescindibles, incluido el típico cura limpia casas que parece tener siempre una explicación para todo lo que ocurre, menos en este film.
Se salvan sin embargo de la quema algunas escenas interesantes que muestran la instantaneidad en dos tiempos diferentes y algunas bromas y gracias pronunciadas por el simpático de turno, esta vez interpretado por uno de los amigos de infancia del novio en el film El gurú de las bodas de este mismo año ya que su bigote no pasa desapercibido para ninguno de nosotros.
Paranormal Activity: Dimensión fantasma es más de lo mismo pero desgastado y en vez de suponer un avance en lo que ya habíamos visto durante estos diez primeros meses muestra un retroceso evidente quedándose lejos de ideas originales como las de Óculus o It Follows. No obstante lo mejor que tiene es la fecha elegida para su estreno en nuestras pantallas coincidiendo con los días de Halloween algo que hará que los amantes del terror visiten las salas donde se proyecte. Eso puede salvarle de la quema. A Dios gracias.