Paranormal home #4

GEORGE Y LA PELÍCULA MALDITA

Ni siquiera me había adentrado todavía en la adolescencia, aunque estaba rozándola. ¿Que edad tendría? Unos doce años. Esa época en la que quieres ser famosa, que todo el mundo te conozca. Yo quería ser actriz, después de pasar la época de escritora que volvería después, y antes de soñar con escenarios. Esos años en que cualquier sueño, por alocado que sea, es posible... 

Era un día como otro cualquiera en clase cuando se me ocurrió comentarle una idea a mi mejor amigo. Me acerqué a él y le dije: 
-Llevo tiempo pensando en que podríamos grabar una peli. 
Él, tan soñado como yo en aquellos tiempos, se mostró entusiasmado enseguida. 
-Eso molaría mucho- me respondió- Pero, ¿sobre qué? ¿como? 
Ya entonces yo amaba todo lo relacionado con el mundo paranormal, pero solo estaba empezando a descubrirlo, no era consciente del peligro que suponía. Así pues, decidimos que filmaríamos una película de terror. 
Los días fueron pasando. El resto de compañeros y compañeras fueron enterándose del proyecto y uniéndose a él. Todo iba bien. Teníamos a los actores, las cámaras, incluso una amiga ofreció su casa para grabar ¡que maravilla! Todo estaba cerrado, pero faltaba una cosa para que fuese mas profesional, el contrato. 

Éramos niños, y estábamos tan volcados y tan metidos en esto que sugerimos algo atrevido. Todos firmaríamos en la misma hoja, pero no solo pondríamos nuestros nombres, también una gota de nuestra propia sangre. Así, todos estaríamos vinculados al proyecto, nadie podría echarse atrás... Grave error. 
Los ensayos empezaron. Todo iba como tenía que ir. Recuerdo que yo sentía algo pesado, pero lo atribuí a que después de haber escrito el guión con mi amigo, me estaba sugestionando mientras lo interpretabamos, solo era eso. Pero llegó el día crucial, el día en que debíamos ensayar la escena de la ouija. 
Yo era consciente de sus peligros, así que sugerí que, como solo era un ensayo, nos limitásemos a mover un vaso de cristal sobre una mesa de cristal. Para los que sepáis mucho del tema, toda superficie reflectante puede convertirse en un portal para otras dimensiones, así que imaginad que horrible fue la idea de ensayar esa escena sobre una mesa de cristal. Nosotros mismo movíamos el vaso, hubo risas nerviosas, pero finalmente movimos el vaso hasta crear la palabra 'George', el nombre del espíritu al que invocaríamos en la película. Ese día, todos nos fuimos a casa con un nerviosismo inexplicable. 
Para seros sincera, los días siguientes están bastante borrosos en mi memoria. Lo que si recuerdo es que esa sensación de nerviosismo fue a más, y no se quedó solo ahí, estaba cada vez más y más cansada. Recuerdo perfectamente un día, no se porqué pero entré al colegio por la entrada de los niños de preescolar, después de comer; había una fuente, y en la distancia que había desde esa fuente hasta la entrada, apenas treinta metros o así, sentí que había alguien detrás de mí. No un compañero, ni profesores, era algo... extraño. Probablemente esa fuera la primera vez que reconocía a un ente. Podría decir que mi primer reconocimiento como sensitiva. 
Mi mejor amigo le contó a su madre lo que estabamos pasando. Su madre es como una tía para mí, así que nos hizo ir a su casa a los mas cercanos. Recuerdo que éramos tres, mi mejor amigo, mi amiga la que nos prestó su casa para filmar y ensayar, y yo. Nos sentamos y pasamos toda una tarde contándole lo que había pasado. Que habíamos escrito una película de terror, que habíamos firmado el contrato con sangre, y que encima hicimos una especie de invocación. La pobre mujer se llevó las manos a la cabeza, pues ella es una entendida de todo esto. 
Nos obligó a llevarle el contrato, el cual quemó y colocó dentro de una caja de zapatos que tuvimos que ir a tirar al contenedor (esto no lo recuerdo muy claramente, pero creo que si que fue así). Después, volvimos a subir a la casa y estuvo un buen rato haciéndonos una limpieza energética con incienso y mas rezos. 

Después de esto la cosa fue mejorando, pero no fue de un día para otro, tardamos un tiempo en sentirnos bien del todo y por supuesto la película jamás se filmó. Los guiones fueron quemados también y no volvimos a hablar del tema. 
Debo reconocer que esto me dejó un pequeño trauma (pequeño ahora...), pues cada vez que sentía alguna entidad pensaba 'George ha vuelto', y pasé así varios años... Luego, descubrí mi 'don', y todo tuvo sentido.