Parásitos; La lucha de clases, con humor, es mejor

'Parásitos' por Victor Fernández.

El cine coreano nos regala todos los años películas de una categoría y originalidad deslumbrantes. Una industria tan prolífica, capaz de generar películas de autor tan diferentes como el cine de Hong San-Soo o el del cineasta que nos ocupa, Bong Jon-hoo, es casi imposible de ver en otras cinematografías actuales. Ganadora de la última Palma de Oro en Cannes, ‘Parásitos’ es una muestra de como el cine personal, de alguien con un estilo tan marcado como el de Bong Jon-hoo, puede ser a su vez perfectamente comercial, con un acercamiento narrativo cruelmente divertido y alocado.

Lo que ya demostró en ‘The Host’, donde la fusión de géneros provocaba una fantasía cómica de lo más delirante, vuelve aquí, de manera mucho más perfilada, en forma de drama social lleno de violencia y humor negro. La destreza que muestra con la cámara, siempre situada en el punto correcto, capaz de radiografiar sin miramientos ni compasión a todas las escalas sociales (como ya hizo en ‘Rompenieves’, con el mismo cerebro híbrido y reflexivo), es lo que convierte a ‘Parásitos’ en una cinta de inteligencia suprema.
Parásitos fotograma

El divertidísimo punto de partida de 'Parásitos' es cruel, satírico, endiabladamente imaginativo, dejando paso a un devenir de situaciones de metafórico contexto político que no hacen más que elevar la propuesta y sus vueltas de tuerca a un vertiginoso y virtuoso thriller desenfrenado.

Resulta realmente brillante que un filme tan arriesgado, en casi todos los sentidos, salga airoso de sus muchos y constantes saltos a la piscina. Conseguir diseccionar la sociedad capitalista con tanta inteligencia, con esa risa que se congela, para volver a provocar la carcajada segundos después, es digno de pocos creadores. Es cine bueno, con profundo interior y portentoso exterior. Tiene todo lo que su director ya había mostrado, pero de la forma más pulida y redonda hasta la fecha.

Que más se puede hacer, por ello, que celebrar la creación y llegada de un cine tan provocador y subversivo. Tan original y tan brillante. Tan divertido y tan elegante a su vez. Hoo ha demostrado, definitivamente, ser uno de los cineastas actuales con más ingenio y diversión en sus adentros. Ojalá ‘Parásitos’ tenga el recibimiento público que se merece, su acogida en el 67 Festival de San Sebastián, tanto por crítica como público así lo prometen.

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##check## Lo bueno

Su humor y ácido retrato.
El pulso narrativo y riesgo que corre su director, siempre saliendo, no solo airoso, si no cada vez más victorioso.

##times## Lo malo

El epílogo final quizá no casa tan bien como el resto del filme.

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Ambientación 7.5

Un uso del espacio brillante. No es tanto la ambientación de lo que vemos, si no como esta juega un papel fundamental en la trama.

Desarrollo de Personajes 8.5

Sublime y siempre inesperado. El comportamiento humano es mirado con una acidez por Hoo que hace que estés todo el rato re-planteándote lo que piensas sobre ellos.

Argumento / Guión 8.0

La película es un soplo de aire fresco que se la juega a cada paso que da, siempre acabando por encima de las expectativas que te habías creado.

Banda Sonora 7.0

Muy adecuada, no tiene una melodía recordable, pero siempre está donde tiene que estar y cuando tiene que estar.

Entretenimiento 9.0

Una película entretenidísima, que te atrapa al poco de empezar y te tiene absorbido hasta el último segundo.

Montaje / Innovación técnica 9.0

Un montaje absolutamente brillante. El juego de espacios y espejos entre los personajes, además de un pulso rítmico perfecto, llevan este trabajo a un estado sobresaliente.