Revista Historia

Parc Agrari del Baix Llobregat, crónica de una frágil y amenazada supervivencia

Por Ireneu @ireneuc

Aunque tradicionalmente el valle bajo y el delta del río Llobregat han sido zonas rurales especialmente productivas y famosas, el crecimiento demográfico de las poblaciones del Baix durante la segunda mitad del siglo XX supuso una fuerte presión sobre los campos que las rodeaban. Esto provocó que las actividades agrícolas sufrieran un fuerte retroceso en beneficio del crecimiento urbano de las ciudades ( Bellvitge, la historia de una joya convertida en cemento ) , lo que puso el grito de alerta ante la progresiva pérdida de terrenos del Baix donde la agricultura era tradicional.

Esta situación de indefensión hizo que en 1998, 14 municipios del Baix Llobregat (L'Hospitalet incluido), la Diputación de Barcelona, ​​la Generalitat de Catalunya, el Consell Comarcal del Baix Llobregat y Unió de Pagesos, creasen un consorcio para la protección de los terrenos agrícolas que todavía funcionaban -pese a la negativa de L'Hospitalet a que los últimos campos de Cal Trabal formasen parte ( ver Cal Trabal, el amenazado último reducto agrícola de L'Hospitalet)-, llamado Parc Agrari del Baix Llobregat.

En estos momentos el Parc Agrari gestiona cerca de 3.500 hectáreas de terrenos agrícolas (3.483, más concretamente), si bien la presión demográfica y urbanística de la próxima Área Metropolitana de Barcelona, con repetidos proyectos y ampliaciones de infraestructuras, pone continuamente en peligro la supervivencia de esta actividad en la comarca.

El dato: A principios del siglo XX la zona se conocía con el apodo de " L'Horta d'Europa" por la gran producción de verduras que, gracias al regadío proporcionado por el Canal de la Infanta y el Canal de la Dreta, se destinaba al mercado europeo.


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