Revista Maternidad
Os he contado en alguna ocasión que David no es un niño ni excesivamente comedor ni con una gran variedad de comidas, pero lo vamos sobrellevando como podemos, tratando de no perder los nervios (sobretodo yo, porque este tema no lo llevo demasiado bien).
Aunque el hecho de que durante temporadas solo quiera comer dos o tres cosas me puede llegar a preocupar bastante y a poner muy nerviosa, nunca le he obligado a comer, ni le he dejado sin comer cuando no le gusta lo que hay en el plato. Siempre trato de ofrecerle otra alternativa porque no quiero que relacione la hora de comer con algo negativo.
Esta vez, como siempre que está malito, ha estado una semana en la que no quería comer prácticamente nada. Pero, tambien como ocurre siempre, pasados esos días, tiene unos dias de mas apetito y en los que le apetece mas probar cosas nuevas (supongo que para recuperar lo perdido durante la semana anterior!).
Yo siempre aprovecho esos momentos para tratar de introducir algun alimento nuevo y, aunque suele probarlos, no suelo tener mucho éxito. Pero esta vez parece que he acertado con la manera de introducirle nuevas cosas!!! y es algo muy obvio, que no sé como no había hecho hasta ahora...
Por probar, como es un gran amante de las máscaras de todo tipo, la otra noche para cenar, se me ocurrió darle un filetito de merluza rebozado con huevo y, con tomate frito, le dibujé el pelo y la cara y le dije que íbamos a cenar mascara de pescadito. No os podeis imaginar lo contento que se puso al verla!! Enseguida quiso probarla y yo le iba preguntando si quería que nos comieramos la boquita, los ojitos, etc. Se que un filetito de esos es pequeñito y que no es gran cosa, pero se lo comió prácticamente entero!! es la primera vez que toma pescado sin tenérselo que hacer en papilla y con verduras...
Como a veces que ocurre algo así me pongo contenta antes de tiempo y luego no se repite, anoche repetí la historia con otro de sus platos prohibidos: la tortilla. Mi niño no quiere el huevo de ninguna manera, solo oculto en el arroz a la cubana. Así que con bastante escepticismo, por la tarde le pregunté si quería cenar casita de tortilla y pechuga de pavo. Como es lógico el nombre le hizo gracia y me dijo que si. Cuando llego la noche y vio el plato se puso contentísimo...y no es para menos porque me lo curré tanto que le hice hasta un arbolito con lechuga y tortilla al lado!!! quedó precioso!!! Y esta vez también fue un éxito...no se lo acabó, pero se comió todo el pavo (que nunca lo quería) y más de la mitad de la tortilla.
Hoy se a comido super a gusto un platito de sopa de fideos y, despues de comer, en vez de darle la natilla que siempre pide, le he dicho que le iba a hacer un postre sorpresa...y se me ha ocurrido hacerle un avión con plátano, pera y kiwi!! el cuerpo del avión era plátano, las alas y la cola de pera y nubes de kiwi. Le pregunto que quiere que nos comamos primero y, tras seleccionar un trozo de nube, otro de ala y otro de avión, se ha decantado por las alas y la cola y, cuando se lo ha acabado, ya no ha querido mucho más (sin lugar a dudas, la pera es lo que más le ha gustado).
Así que jugando y pasándolo en grande, en tres días he conseguido que coma un montón de cositas que jamás había querido comer. Esta noche quiero que pruebe las patatas fritas, que nunca las ha querido, así que el menú consistirá en un sol de hamburguesa de pollo con los rayos de ketchup y patatitas...ya os contaré que le parece!!
No se si durará mucho, pero el que esté tan receptivo en relación a la comida y que lo pase tan bien me pone contentisima!!!