Si el look todo blanco os parece monótono, pero os encanta el estilo nórdico moderno, la combinación paredes grises y carpintería blanca es la mejor alternativa para romper la uniformidad.
Unas bonitas puertas dobles de madera, lacadas en blanco, en contraste con una pared gris clara es seguramente una de las propuestas más elegantes en decoración. Tonos neutros, que resaltan lo importante, en este caso, la carpintería. Esta mezcla se lleva igualmente a otras partes de la casa: ventanas blancas – paredes grises, techo y molduras blancas – paredes grises, etc.
Para que el suelo no robe protagonismo, lo ideal es que sea de madera en tonos claros y que sean los muebles y accesorios los encargados de poner el punto de contraste más fuerte.
En este piso sueco de 93 m² tenéis un buen ejemplo de como funciona esta combinación gris – blanco. Como veis, todas las habitaciones siguen ese hilo conductor y el contraste es en negro, color elegido para algunos muebles y complementos. Es un piso precioso ¡feliz jueves!
Vía: Stadshem
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