Revista Cultura y Ocio
Algún día escribiré un ensayo más completo sobre los amores asincrónicos. A propósito de los mismos existen sobradas fantasías y realidades numerosas como para obviarlos. Muchas parejas, generalmente hombres maduros, buscan emparejarse con jovencitas, adolescentes incluso. Y no necesariamente (aunque los hay) son varones malvados o pederastas recalcitrantes. Muchos hombres populares por el dinero, la política, el arte o la moda; contraen matrimonios asincrónicos. Nuestro gran poeta Machado se enamoró perdidamente de Leonor, una adolescente de 13 años. Jorge Luis Borges conoció a su última pareja, María Kodama, cuando esta asistió a una de sus conferencias con 12 años y su cariño fue cuajando hasta terminar casándose cuando, a los 76, María alcanzaba los 34 (Kodama, que leyó sus primeros escritos de Borges de niña escribió: "Él fue mi elección desde los cinco años..."). Rafael Alberti, ya octogenario, se hacía acompañar de Asunción Mateo, de 37 años. Otros muchos conocidos escritores buscaron la compañía de mujeres mucho más jóvenes: Alberto Moravia (con Carmen Llera, 57 años menor), Camilo José Cela (con Teresa Castaño, 40 años más joven)... El genial humorista Charles Chaplin estuvo 34 años felizmente casado con Oona O'Neil, su cuarta esposa, a la que llevaba 40 años (el día de la boda ella tenía 18 y él 54).
Aristóteles Onassis y Jacqueline Kennedy llegaron al matrimonio con 62 y 39 respectivamente. Cary Grant se casó con Bárbara Harris, 47 años menor. Andreas Papandreu con una azafata a la que, a sus 70 años, le doblaba la edad. Hugh Heffner, de 63, siempre acompañado de sus "conejitas" de Playboy, contrajo nupcias con Kimberley Conrad de 26. Woody Allen y Soon-Yi subieron al candelero mediático en 1991 cuando salió al la luz la sospecha de una relación entre Soon, de 20 años y Allen de 56; posteriormente se casaron y así siguen en la actualidad. El veterano Michael Dooglas y Catherine Zeta- Jones tenían 64 y 31 años en la fecha de la boda. El sexi y cotizado Harrison Ford y Calista Flockhart comenzaron a salir oficialmente a los 59 y 35 respectivamente. El miembro de los Rolling Stones Ronnie Wood y la belleza rusa de 19 años Ekaterina Ivanova formaron pareja cuando les separaba una diferencia de edad de 41 años. El multimillonario y polémico candidato estadounidense Donald Trump, de 58 años se casó rodeado de glamour con la modelo eslovaca Melania Knauss, de 34... Citaré para finalizar a J. Howard Marshall y Anna Nicole Smith con la mayor diferencia de edad de esta larga lista: 63 años. El magnate del petróleo se casó con la modelo de Playboy en 1994, cuando él tenía 89 años de edad, y ella 26. Él murió 13 meses después de la boda.
Cuando el hombre es mayor que la mujer
Este tipo de parejas disparejas donde el hombre tiene una gran diferencia de edad sobre la mujer es el más común. La sociedad está acostumbrada a ver este tipo de emparejamientos pues viene pasando desde hace muchísimos años e inclusive no estaban mal vistas, aunque en la mayoría de los casos se sospechaba que la joven tendría algún tipo de interés económico para estar al lado de una persona mayor.
Sobre el porqué de esta preferencia de muchos hombres maduros, incluso ancianos, por la convivencia con mujeres mucho más jóvenes, parece establecerse una diferencia según el tipo concreto de relación establecida: para el matrimonio, para una relación seria, para enamorarse, para sexo ocasional y también para las fantasías sexuales. Hay estudios que muestran que, en general, para las relaciones matrimoniales y serias se establecen diferencias de edades muy conservadoras, no alejándose de lo aceptado socialmente; por el contrario, en lo referente a las fantasías sexuales, la edad mínima estaba muy por debajo de lo que la regla social considera como aceptable. Un estudio finlandés sobre una encuesta a 12000 de sus ciudadanos establecía que los hombres heterosexuales sitúan a su pareja ideal entre los 25 y 30 años (aunque curiosamente se relacionan con mujeres de edades similares a la suya). El sitio de citas estadounidense OKCupid dio a conocer que, en general, los usuarios de la página buscan relacionarse con mujeres en torno a los 20. Por su parte el Pew Research Center, que analizó los datos del censo en Estados Unidos, encontró que los hombres que vuelven a casarse después de un divorcio suelen tomar revancha, comprometiéndose con mujeres, en promedio, diez años más joven que ellos.
¿Qué buscan las mujeres jóvenes en hombres que bien podrían ser sus padres? Por un lado seguridad: De alguna manera, no abandonan el rol de hijas ya que probablemente su pareja tendrá actitudes paternales en muchas ocasiones. Frecuentemente también influirá la posición económica: Los hombres más maduros ya tienen una posición hecha y tienen la posibilidad de ofrecer una mejor situación económica. También experiencia y no sólo en el plano sexual, sino en la vida. Algunas mujeres pueden admirar a quienes saben mucho o les pueden enseñar; y la admiración es la antesala del amor.
¿Qué lleva a hombres de 40, 50 o más años a buscar a señoritas mucho más jóvenes? En primer lugar mostrar el éxito a los demás: estar acompañado por una mujer joven y bonita es un símbolo de status incuestionable en ciertos círculos. También pueden buscar la falsa ilusión de no envejecer: Para muchos, es una manifestación de no saber asumir la edad que realmente tienen (los chinos los describen con mucha poesía así: “El hombre tiene la edad de la mujer que ama”, pero ¿es esto realmente posible?). A ciertos hombres les gusta asumir un rol de guía y protección y una mujer bastante más joven puede aceptar perfectamente estas posiciones. Pero en otras ocasiones el hombre puede estar buscando no tener que enfrentarse a juegos de poder, ni que nadie le cuestione sus capacidades ; en este caso una pareja muy joven parece que no será un juez demasiado exigente...
Inspirados por el mítico personaje ‘’Peter Pan, el niño que no quería crecer’’, el Síndrome de Peter Pan se presenta cuando un hombre adulto busca la forma de sumergirse en el mundo de los adolescentes, los jóvenes o adultos recientes; al parecer porque piensa que de esta forma proyecta una imagen fresca, renovada y juvenil, con la equivocada ilusión de generar un impacto ideal para y frente a los demás.Este sujeto masculino se caracteriza por una personalidad inmadura y narcisista. Como su alter ego, es irresponsable, rebelde, colérico, dependiente y manipulador. Se niega a aceptar su envejecimiento y cree que está más allá de las leyes y las normas sociales. Muchas jóvenes establecen relaciones con este tipo de personajes para “Salir de Pobres” sin importarles el precio.
Hay sociedades que amparan esta práctica, la permiten o la recomiendan. El filósofo griego Aristóteles (384-322 aC) postuló que lo ideal era que las mujeres se casaran a los 18 años con hombres que les llevaran alrededor de 20, y juzgaba que una diferencia de edad menor entre los cónyuges no contribuía a la armonía del hogar. En la historia del Islam se destaca que Mahoma se casó con una niña de seis años (en su inmensa misericordia le permitió llevar a su tienda sus juguetes) y en la actualidad muchas de ellas se casan a los siete. El Centro Internacional de Investigación Sobre Mujeres estima que, actualmente, hay 51 millones de niñas desposadas que viven en el planeta tierra y casi todas en países musulmanes y algunos de sus clérigos animan a yacer con niñas de tierna edad. En muchos países de Latinoamérica, por ejemplo, se observa que muchos matrimonios son arreglados y en su generalidad, el novio, aventaja en edad a su pareja en 15, 20, y hasta 30 años, aproximadamente. Por ejemplo a una joven de 13 años, se le comprometía con un hombre de 40, hecho que era aprobado, aceptado, bien visto, y dejaba en la familia de la joven la grata satisfacción de un buen parentesco y la seguridad de que su hija no solo se iba a casar, sino también, tendría una casa, una dote y un hogar asegurado, sin importar las circunstancias que rodearan el mismo.
Lolita, diminutivo de "Lola", apelativo familiar del Mª Dolores hispano; se usa, en un contexto erótico, para referirse a cualquier niña prematuramente seductora y atractiva. Toma su significado de la famosa novela de 1955 de Vladimir Navokov en la que el protagonista, el pedófilo Humbret Humbert, se obsesiona con una niña de 12 años a la que supone sexualmente precoz e interesada en su persona, suponiendo que en realidad es ella quién le intenta seducir. La literatura y el cine ofrecen muchos casos de "lolitas": La original de Nabokov, Delgadina en Memorias de mis putas tristes" de Gabriel García Márquez, la bella y confiada Ángela de Americam Beaut, la María adolescente de "La flaqueza del bolchevique", la madura Marty, vieja alma que capta la atención de Willie en "Beatiful Girls"...
Es posible que en esas relaciones la mujer busque la protección, la cultura, los conocimientos o el estatus social que genera un hombre mayor, que le guste aprender de él y sentirse apoyada y segura. También es posible que la curiosidad, el riesgo, la transgresión. Pero también que se vea socialmente obligada, sutil o brutalmente manipulada, decididamente explotada.
Cuando la mujer es mayor que el hombre.
Estas relaciones son menos comunes que las anteriormente citadas. Históricamente han sido casi inexistentes, pero en la actualidad es cada vez más frecuente encontrar este tipo de parejas. La mujer de hoy profesionalmente preparada, más libre e independiente; se relaciona con todo tipo de personas y resulta hasta edad madura atrayente, cautivadora, seductora e inteligente.
En muchos casos estas mujeres suelen ser dominantes, independientes y exigen condiciones de vida en común en términos de igualdad. A veces buscan una relación con un hombre más joven porque les permite tener las riendas y el control en sus manos. Algunas, cuando se enamoran de hombres más jóvenes, pueden obsesionarse y encelarse con otras más jóvenes por temor al abandono de su pareja.
El hombre inexperto busca en ellas frecuentemente la experiencia, el entendimiento; pues ellas aportan seguridad, protección y comprensión.
Un grupo especial de mujeres maduras son las denominadas cougar (que significa “puma” en inglés) se usa para definir a mujeres de 30 años o más que salen con hombres mucho más jóvenes. Este término obedece a una analogía animal al comparar la conquista con una “cacería”. En muchas discotecas del actual Madrid podemos observar sorprendidos sus partidas de caza. Este calificativo, al igual que "Lolita", referidos a la diferencia de edad tienen matices negativos para la mujer al atribuirles ser un ‘problema’, pues ‘lolitas’ o ‘cougars’ encierran connotaciones sobre su peligrosidad. No tenemos referentes equivalentes para el varón.
Las edades del amor
Para el amor no hay edad, eso está claro, pero sí para tomar buenas decisiones y encauzar correctamente un proyecto de vida. Una persona madura ha de saber que sexo no es igual que amor, que con dinero no se cautiva un corazón, que la madurez necesita tiempo y que se llega a adulto atravesando fases previas. El amor es ciego, y quizá para algunos la edad sea solo un número. Pero si consultamos las estadísticas encontraremos correlaciones muy claras para el éxito de una relación: Un resultado contundente establece que cuando menos diferencia de edad tiene una pareja casada, menos probabilidad tiene de divorciarse (Andrew Francis y Hugo Mialon, de la Universidad Emory, Atlanta). Un sondeo entre mil estadounidenses revela que al aumentar las diferencias de edades aumenta extraordinariamente la probabilidad de divorciarse: con 1 año de diferencia aumenta el 3%, con 5 un 18%, con 10 un 39%, con 20 ó 30 años un 98%. El estudio añade que también influyen el trabajo, los gustos culturales, los posibles hijos... pero parece quedar claro que para la "continuidad" (que no necesariamente felicidad) de un matrimonio las edades similares son importantes.
Mientras termino este artículo suena en la radio la voz de Luis Eduardo Aute con el estribillo final de su canción. "Una de dos":
Una de dos
o me llevo a esa mujer
o te la cambio par dos de quince,
si puede ser ...