Hay parejas que se llevan mal, como Caperucita y el Lobo, el capitán Ahab y Moby Dick, o Superman y Lex Luthor.
Pero también hay parejas que se llevan muy bien, como Thelma y Louise, Batman y Robin o Hansel y Gretel.
Y luego hay parejas gamberras, cuyos miembros se ponen de acuerdo entre sí con el único fin de causar el mal al resto de la población.A este grupo malvado pertenecen las parejas complejas , esos duetos de palabras que se parecen tanto la una a la otra que fácilmente nos confunden y nos hacen caer en su trampa de ignominia.
Y así me las imaginé cuando escuché una vez a un tertuliano televisivo decir que hay que cumplir las leyes, que uno "no puede inculcar las normas."
Pero el caso es que sí, que a veces conviene inculcarlas, es decir, repetírselas a alguien para que se las aprenda. Y lo que el burlado tertuliano debió decir en ese caso es conculcar. Porque conculcar significa "quebrantar una ley, obligación o principio".
Otra pareja con una mala idea notable es la formada por esotérico y exotérico. Se parecen una barbaridad, incluso hay que pronunciarlas con intención para que se perciba su escasa diferencia. Pero aunque se parecen tanto, significan precisamente cosas contrarias. Esotérico es lo que está oculto, algo impenetrable y de difícil acceso para la mente. Por el contrario, exotérico es lo común, lo que es accesible para todo el mundo.
Como si el objetivo de la obra de arte no fuera precisamente
el exoterismo [...], como si su función no fuera manisfestar
de manera clara el misterio en el cual su autor fue admitido. *
Estas dos palabras provienen respectivamente de los términos griegos esōtérō, "más adentro",y exōtérō, "más afuera", y me resulta curioso que, de las dos, la más común sea la que hace referencia a lo raro, y la más rara sea la que se refiere a lo común.
Será que como la x es una letra tan exótica, nos parece que lo exotérico tendría que ser aquello que nos resulta más ajeno.
El diccionario me dice que conciliar es hacer compatibles o poner de acuerdo dos o más personas o cosas; y que reconciliar es volver a las amistades, o acordar los ánimos desunidos.
Lo que sí tengo claro es que conciliar significa también "conseguir dormirse", por eso yo no conseguí dormir la noche en que me encontré en un libro esta frase:
No creía que pudiera reconciliar el sueño hasta que
aquel postigo dejara de dar golpes...
Soñoliento : Acometido por el sueño o muy inclinado a él (del latín somnolentus)
En fin, yo me rindo. Tendré que asumir que jamás de los jamases seré capaz de distinguir las palabras de determinadas parejas complejas, y que siempre las usaré sin precisión.
En esos casos, el único consuelo que me queda es pensar que habrá más personas que tampoco las diferencien, con lo que, tal vez, mi deshonra léxica pasará desapercibida.
* Claude-Edmonde Magny. Carta sobre el poder de la escritura.
Traducción de M. Virginia Jaua. Ed. Periférica, 2016