Revista Poesía
A quienes pretenden ver la Poesía sepultada en una tumba inextricable, a quienes sostienen que ella "es un dinosaurio", y a quienes se atreven a decir, incluso, que ella "ha muerto", tengo que decirles con todo respeto, pero categóricamente, que están meando fuera del tiesto, que tacan burro, que no están ni tibios, que están delirando; pues, ni lo uno ni lo otro, y que no es que haya Poesía para rato, sino que habrá Poesía para siempre, por los siglos de los siglos.
¿Qué tal que los que hoy le dan madera a la Poesía, que le hacen el feo, que la ridiculizan, que la desprecian, que la pisotean, que le auguran la peor de las suertes, mañana la estén invocando a gritos, postrados de rodillas suplicando sus bendiciones?
Amén.