Hace más o menos dos años ya abrí sus páginas. El título, que por sugerente resulta atractivo, es el acicate perfecto para los aspirantes a bohemio de la new way. Es decir, bohemios sin alma ni espíritu pero cargados de sueños.
Después de unos días de zozobra y continuo ir y venir en varias lecturas, me he dado cuenta de que en ocasiones, el cuerpo, pero sobre todo la mente, necesita un pequeño descanso. Tras acabar de ver 'El ala oeste', sentía una atracción casi impura por la Política, y sobre todo la Comunicación Política. Por ello me lance como un loco desposeído a la lectura de todo tipo de artículos de Marketing Político, Comunicación Política, ect... Además, me hice con dos libros con los cuales esperaba saciar esa nueva y creciente sed: 'Comunicación política' de María José Canel ,y 'Geopolítica del Caos' que se trata de un compendio de artículos de Le Monde Diplomatique.
Pues bien, después de todo eso, amén del continuo ciclo informativo al que como aspirante a Periodista me veo sometido, he decidido parar.
He ido a la Biblioteca de mi barrio y me he dejado perder por sus pasillos hasta que de repente he dado de nuevo con él. 'Memoria de mis putas tristes' del genio Gabriel Garcia Márquez. Que yo, tan insignificante como impersonal, sea capaz de poner adjetivos a tan ilustre personaje viene derivado por mi fascinación adolescente hacia su obra maestra 'Cien años de soledad'.
La cuestión es que he vuelto a abrir sus páginas, me he dejado perder por sus increíbles metáforas, sus continuas divagaciones sobre la sexualidad diáfana y casi corrupta de la prostitución, su fantasía dibujada en colores por la América Latina de los sueños... en definitiva, la magia de un maestro.
Este tipo de parones viene muy bien de vez en cuando, y es que a veces con tanta información que se nos vacía como el cargador de un AK-47, no somos capaces de saborear esos pequeños placeres que puede darte la unión de varias letras.