Revista Filosofía

¡Paren con el Rivotril, muchachos…!!

Por Andi

"Tengo que creer en un mundo que existe fuera de mi cabeza, creer que mis actos aún tienen algún significado, aunque yo no los recuerde". Con estas palabras de Leonard Shelby -su personaje central- comienza "Memento", recordada película de Christopher Nolan, presentada en 2000. Es un film sobre la memoria y el olvido, en que valiéndose de una originalísima fragmentación narrativa, construida mediante una concatenación simultáneamente progresiva y regresiva, el director desarrolla la historia de alguien que padece amnesia anterógrada, que es el nombre con que se identifica a la pérdida de la capacidad de fijar información en la memoria.

¡Paren con el Rivotril, muchachos…!!

La referencia resulta obligada en momentos en que el extravagante rompecabezas en que se ha convertido el culebrón de Repsol, nos muestra a su protagonista estelar padeciendo la misma patología.

Como el atormentado Leonard, Cristina Fernández -y su pintoresca troupe- parecen ser víctimas de un síndrome que les impide acordarse lo que hicieron hace apenas un rato, cuando, por ejemplo, exaltaban las virtudes de Repsol y los Eskenazi, que ahora repudian. Para no hablar del entusiasmo con que impulsaron la privatización de la petrolera que ahora se empeñan en recuperar heroicamente para nosotros.

Estimulada por la atrapante peculiaridad del fenómeno, mi curiosidad dio con una interesante revelación: Según el prospecto del popular ansiolítico RIVOTRIL, entre sus efectos adversos se señala que su uso puede producir la citada amnesia anterógrada. Siendo su uso tan extendido en nuestro país, el hallazgo no sólo explicaría la extraña conducta de CFK, sino que tal vez arroje alguna luz sobre el patológico comportamiento electoral de nuestra sociedad.

Ricardo Saldaña.


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