En Septiembre ya empezamos con las anginas, la fiebre,.... y ya me temía yo lo peor. Después tocó replanificar sus horarios, coincidíamos un día con la clase de Música e intenté organizarlo para en lugar de dos ir un solo día, pero si hacía eso me quitaban del grupo de mi monitor preferido y me ponían a otro. Empezamos mal. Acepté barco porque no me quedaba otra, pero no me gustó el cambio. Pero ya se ha perdido dos clases, y a la de este viernes tampoco irá, la tos es muy persistente. Y obviamente si se recupera, el próximo viernes, por prudencia no iría. Parece que la faringitis va a ser repetitiva, como sucedió la primavera pasada, que faltamos un montón el último trimestre del curso. Y ya son ganas de pagar para no ir. La economía no está para esos lujos.
Así que después de mucho pensar y esperar para ver cómo evolucionaba, he decidido que debemos hacer un paréntesis en estas clases y dejarlas para otro momento de menos riesgo. Y digo que con todo el dolor de mi corazón porque mi hijo lleva en el agua desde los 7 meses, y nunca hemos tenido problemas, pero dejarle que continúe con esta actividad en este momento me parece poco prudente.
Ayer hablaba con su monitor, nos daba pena a los dos, y es que con el nivel que tiene es una pena. Todavía tengo que confirmarlo con el coordinador, pero la decisión ya la hemos tomado. Es mejor así y si al año que viene superamos esta fase de faringo-amigdalitis que tenemos cada dos por tres retomará sus clases.
La idea es que cuando esté bien irnos juntos a la piscina cubierta para que no pierda ritmo, disfrutar un poco del agua en familia, pero sin abusos y sin obligaciones semanales. No sé si podremos cumplirlo, pero al menos lo intentaremos.
Ayer le llevé de nuevo al pediatra, reconozco que temo que esa tos se complique de la noche a la mañana, porque pasar, pasa. Le ha visto bien, la garganta irritada para no variar, moco para no variar, pero los bronquios están muy limpios. Su recomendación es sacar mucho moco, beber mucho líquido, si la garganta molesta ibuprofeno o incluso leche con miel, y en caso de que aparezca fiebre, la tos se agrave o tenga diarrea vuelva. Me ha explicado que los antimucolíticos poco hacen y es buena gana darle mucha porquería a la criatura para que sirva de poco. No le ve cargado de flemas, y le ve con buen estado general. Me ha tranquilizado, pero claro si el niño se queja de la garganta, cambios de temperatura, agua y demás no me lo recomienda.
Así que no le voy a dar más vueltas. Ahora que mejora por fin no voy a añadir un factor de riesgo. La próxima semana si le veo recuperado intentaremos ir un día nosotros, y a ver qué sucede.
