Revista Cultura y Ocio

París

Publicado el 21 septiembre 2015 por María A. Ayuso @MariaysuMundo
Tenía ganas de escribir esta entrada, entrada que se ha demorado más de lo habitual porque esta última lectura ha sido de esas que he disfrutado y saboreado página a página, personaje a personaje. Los que me seguís en Redes Sociales, os habéis dado cuenta de que este verano he estado en París, la ciudad, mi ciudad. Y ha sido un viaje más especial de lo habitual, de esos que agotan pero que sirven para descansar y desconectar. Inolvidable. Y después de tan grata experiencia, necesitaba un libro que me transportara de nuevo a ese lugar que ya forma parte de mi vida y de mi pequeña historia personal. Así, pues 'París', de Edward Rutherfurd, ha sido una elección ideal porque además de acercarme a la capital francesa de nuevo, ha sido una novela inolvidable, una novela que formará parte del Top10 2015. 

París

Portada de 'París', de Edward Rutherfurd

París, ¿por dónde empezar? Empezaré diciendo que es una ciudad inmensamente luminosa a pesar de sus días nublados (de ahí el sobrenombre de Ciudad de la Luz), una ciudad monumental y a la vez con  rincones realmente acogedores, de esos en los que te quedarías a vivir para siempre, como en este libro, que consigue plasmar a la perfección la Historia de una ciudad y, por qué no decirlo, de un país que siempre ha estado en constante evolución. 
Los De Cygne, los Blanchard, los Le Sourd y los Gascon son las cuatro familias protagonistas de 'París', las cuatro patas sobre las que se sostiene esta construcción, esta obra maestra que bien podría ser una metáfora de la mismísima Torre Eiffel. Las generaciones de estos cuatro apellidos serán quienes vayan descubriendo al lector los secretos mejores guardados de esta ciudad, secretos que se empezaron a forjar allá por el año 1200 y que llegan hasta casi nuestros días. Porque París es una ciudad que siempre ha estado viva, y como todo lo que tiene vida respira, crece, evoluciona y aprende. También llora y ríe, porque París es así, la única ciudad capaz de mostrar sus sentimientos a aquellos que tienen la suerte de pisar sus aceras, sus parques y visitar sus monumentos.

A través de 845 páginas el lector vive las emociones que implica vivir y sentir París con sus protagonistas: el ascenso y caída de Napoleón, la persecución a los judíos y la conversión, los importantes reinados de Luis XIV y Luis XV, la toma de la Bastilla (y la Revolución) la creación de la Comuna de París, la construcción de Notre - Dame y de la Torre Eiffel durante la Exposición Universal (de la que tiene parte activa uno de los protagonistas), las  y II Guerra Mundial y Mayo del 68. Y todo esto aderezado con lo mejor de cada casa, de cada personaje, de cada familia. Porque esta novela no sería nada sin esta gente que la hace grande, y hace grande su Historia y hace que el lector aprenda y se quede con datos desconocidos u olvidados. 
París
Y es que París se merecía una novela así, maravillosa e imponente como ella, señorial y con tanto que contar y mostrar, porque es una ciudad que no se agota y que siempre sorprende. Tiene mucho que contar.

Es imposible resumir o condesar esta obra en apenas un post. Imposible. Los acontecimientos se suceden rápidamente, en un ir y venir frenético y el autor consigue que el lector apenas se pueda tomar un respiro con todo lo que pasa y con todo lo que les ocurre a estos personajes, porque es una novela de protagonistas, de grandes protagonistas.
Las pasiones humanas (tanto buenas como malas), la lealtad, el amor, el dolor o la traición son los temas en torno a los que se mueven las generaciones de estas cuatro familias que tanto dan y quitan al lector, porque son personajes vivos y reales que se mezclan con los históricos y que pudieron existir de verdad. Al menos yo lo creo así. 
Con capítulos cortos y escritos en tercera persona, el lector va siendo testigo de los cambios históricos y generacionales; de las persecuciones; de ascensos y caídas de monarcas y gobiernos; de revoluciones históricas; de historias de amor imposibles e historias de amor que al final fueron posibles; de venganzas personales y algunas otras heredadas; en definitiva, de la vida. Y como la misma vida, es una lectura que, sin querer, se va consumiendo y agotando, sin darte cuenta.
Leer 'París' es volver a viajar (o hacerlo por primera vez) a una ciudad de ensueño, apta para los amantes de la Historia, de la cultura, de la revolución, de la modernidad y del AMOR. Imprescindible libro, imprescindible viaje.

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