Después de que la semana pasada me ausentara del blog y de Madrid, aquí estoy de nuevo para compartir con vosotr@s mi visita a París y, como no, algún recuerdo que me traje de allí. Esta vez el viaje no ha sido de placer 100%, sino que era una visita programada en el master que estoy haciendo, y nos llevaban a visitar Premiere Vision, una visita express a la sede del portal online Vente Privee, y también íbamos a asistir a algunas clases impartidas por profesores en la IFM de París.
La experiencia fue increíble (el madrugón para llegar a la feria el primer día por la mañana también, todo hay que decirlo) pero estar en París siempre hace que tenga una sonrisa de felicidad en la cara... La parte del turismo la dejamos para el fin de semana, aunque me quedé con ganas de más. Hay lugares que he visitado ya varias veces, y otros que acabo de descubrir. Otros que he visto de pasada y me he quedado con la miel en los labios, por lo que sé que volveré... al menos una vez más. Han sido unos días muy especiales, y a pesar de haber coincidido San Valentín y no estar mi pareja cerca, ha habido momentos para acordarse de todo lo que sí hemos compartido en esta ciudad en otras ocasiones.
No he hecho apenas fotos, porque mi móvil está un poco out, y apenas tiene capacidad para nada (algo tengo que hacer, porque esto no puede seguir así), aunque aquí os enseño algunas. Parada obligatoria son: la Torre Eiffel, el Sacre Coeur y el Barrio de los artistas (por cierto, que siempre aprovecho para comer por allí una crepe, y esta vez no podía ser menos, aunque en esta ocasión fue una galette - prácticamente lo mismo pero la masa está hecha con harina integral. Poco a poco voy ampliando la culturilla gastronómica internacional ;) ).
Sacre Coeur
Barrio de Los Artistas
Barrio de Los Artistas
Y mis adquisiciones en este viaje fueron dos: la primera de ellas es muy poco glamourosa, pero muy intencionada. Iba con la idea de conseguir unas infusiones que compré la última vez que estuve, pero que en Madrid no he conseguido localizar. Y de paso, me hice con otras dos de sabores que aquí tampoco he visto, pero que prometen, y si no, decidme vosotr@s si no parecen apetecibles en estos días de frío:
Surtido de infusiones
Y la otra (que fueron dos en realidad), fue en una pequeña tienda al pie de las escaleras que llevan al Sacre Coeur, atendida por una señora amabilísima con una sonrisa permanente en los labios. Desde el escaparate vi un pequeño bolso con el frontal en piel de potro (creo) con estampado de leopardo, pero en blanco y negro, y el resto en piel negra, con cadena para llevar a modo bandolera, cruzado o incluso sin ella, como un bolso de mano. Y tenía que ser mío, así que allí entré, toqué y me hice con él. Y como remate compré también una cartera/neceser (pouch) en tonos rosas y grises para el verano, para combinar con un vestido (podéis verlo aquí) con el que no tengo muy claro qué bolso llevar. Me pareció perfecto.
Compras capricho en Paris
¿Qué opináis? ¿Merece la pena ir a la Ciudad del Amor?
Imágenes cortesía de: VipandSmart