De manera que cogimos nuestros mapas y recorrimos las calles hasta la zona de Notre Dame. Lo cierto es que desde nuestro hotel hasta Notre Dame sí que vimos un ambiente extraño, pero sólo extraño, no peligroso como nos habían advertido, y lo cierto es que los supuestos barrios chungos nos parecieron completamente inofensivos, no así los carteristas y timadores alrededor del Louvre y Notre Dame, lo más molesto que había conocido desde las gitanas del romero en Granada. El mismo acoso en ambas partes, pero si sabes cuidarte y desconfiar, no te pasará nada porque hay tanta vigilancia como en Londres Zona 1.
Llegamos hasta Notre Dame y alrededor vimos tantas cosas hermosas que no pudimos resistirnos a tomar estas fotografías.
Las torres cilíndricas me suelen gustar bastante, y esta está a la orilla del río, además.
Aquí apreciamos el conjunto en su totalidad. Qué bonito.
Al otro lado, este edificio, y en esta fotografía parece que está recién nevado pero no fue así, sólo un poco de llovizna.
Detalle de un tejado que nos pareció muy cuco. Sublime.