Para una colección basada en la India, se debe utilizar con obligatoriedad el color rosa brillante y el azul marino. El director de la colección masculina de Louis Vuitton grabó el tema a fuego, pero con guiños a los estilos de caza, militares y deportivos del estilo de vida de los maharajás mezclados con ese frescor moderno de la India.
La colección tenía un encanto juvenil picante y fuerte, los pantalones de piernas rectas y altas y ceñidas en las caderas que transmiten los años setenta el mismo ambiente favorecido por Nicolas Ghesquière, nuevo director artístico de Vuitton para las colecciones femeninas, que estaba sentado en primera fila.
Jones dijo que la colección fue creada para un imaginario "Maharajá moderno" y contó con un montón de trajes contemporáneos, pantalones chinos y camisas de manga corta incluyendo un estuche de guitarra de piel de oveja. Las camisas de seda fueron sobrecargadas con zigzags en V y dos piezas azul marino, un claro referente a las poleras de los jockeys en la hípica, una chaqueta y un mono con brillos, con pequeños espejos tallados con el monograma LV. Aertex, uno de los más grandes telas, nunca estuvo dentro de las grandes casas, pero Jones la revive a través de una versión inspirada en la seda y el cachemir, encargado por Jones en Italia.
La colección exhala lujo en todas las direcciones, desde las cazadoras de piloto en versión reducida y las zapatillas de deporte en cocodrilo a la funda de la guitarra de piel de oveja, una alusión a 1968 desde la visita de los Beatles a un ashram.
Desde un punto de vista comercial, centrárse en la India tiene mucho sentido para Louis Vuitton, es la nación de los super ricos, y en LV están respaldando su apetito cada vez mayor de bienes de lujo en el país. Pero Jones reconoce que la industria del lujo centrada en Europa podría aprender algunas cosas de la India.